Viajes profundos

¡Menudo viaje! Cada año, miles de personas viajan desde la India para estudiar en el Cáucaso, principalmente en las facultades de Medicina. Pero es más que un viaje físico: lejos de su familia y de las presiones sociales, los estudiantes tienen una oportunidad única de explorar lo que creen. 

En la ciudad de Kutaisi, en Georgia, el núcleo local de IFES quiere aprovechar esta oportunidad y hablarles a los estudiantes internacionales de Jesús.  

Sunil lleva viniendo al grupo tres meses. Después de su primer estudio bíblico, quiso llevarse a casa una Biblia. Ha estado leyéndola por sí mismo y ahora viene al grupo haciendo preguntas. Hace poco me preguntó: “He cometido demasiados pecados, ¿cómo puedo estar seguro de que Cristo me ha perdonado?” 

Amitha lleva viniendo más de un año. Al principio tenía una actitud negativa acerca de Jesús: no podía aceptar la idea de que Cristo era “el camino, la verdad y la vida” y daba argumentos en contra de su divinidad. Pero hace poco en un estudio admitió que sentía que algo estaba cambiando: “por primera vez he empezado a llamar al Creador mi Padre”. 

Prutvi también se mostraba profundamente escéptica hacia el cristianismo y todas las semanas cuestionaba la fiabilidad de la Biblia. Pero dos años más tarde, confía más en la Biblia que en las escrituras tradicionales de su religión y ahora se enfrenta a una difícil decisión: “A veces simplemente quiero entregar mi vida a Cristo. Pero ahora tengo miedo de que mi madre se entere porque ella cree que Krishna es el protector de nuestra familia”.  

A medida que ha ido pasando el tiempo y el grupo ha ido compartiendo fielmente las Escrituras y ofrecida amistad, estos tres estudiantes han descubierto las promesas, afirmaciones y veracidad de Jesús. “Nuestra esperanza es que lo descubran de forma personal y que lo sigan como su Señor y Salvador”, dice Larisa, obrera de IFES en Georgia, que impulsó la obra pionera del ministerio de estudiantes internacionales. 

Han pasado dos años y medio desde que invitó a tres estudiantes indios cristianos a su casa para leer la Biblia juntos. Después de poco, ellos empezaron a invitar a sus amigos y al cabo de unas pocas semanas ya estaban participando veinte estudiantes, compartiendo comidas, estudiando el Evangelio de Marcos y jugando a juegos de mesa. Y al cabo de poco tiempo, tuvieron que buscar un lugar nuevo para reunirse porque ya no cabían. 

Los estudiantes internacionales cristianos han recibido formación para dirigir estas reuniones. Ahora los viernes y sábados dirigen estudios bíblicos en inglés y en telugu. En septiembre esperan lanzar otro grupo en tamil. 

Ora para que muchos estudiantes indios en el Cáucaso emprendan viajes de fe y descubran a Jesús. 

  • Da gracias por la forma en la que Dios ha guiado y hecho crecer el ministerio de estudiantes internacionales en Georgia.  
  • Ora por Sunil, Amitha y Prutvi, que se encuentren con el Cristo viviente a medida que luchan con las cuestiones de la convicción, la divinidad y la lealtad.    
  • Ora por los líderes estudiantiles actuales (Hema, Rakshana, Deepak, Smiley e Irene), que sigan creciendo y siendo guiados por el Espíritu Santo, y por el discipulado de dos nuevos líderes (Pranitha y Sharon). 
  • Ora para que Dios guíe y provea para el movimiento de Georgia: que les dé un nuevo Secretario General y los ayude con los problemas económicos y una situación política tensa. 

Una conexión divina

Naru was given contact details of three international students. They’d come to study on her campus in Japan and wanted to connect with the IFES movement (KGK). But Naru wondered what to do: she thought her English was too poor and she was anxious about using it to interact with others.  

Then she remembered the International Student Ministry (ISM) training she’d received as KGK staff earlier in the year. She’d been encouraged to take small steps. So, having made initial contact with the students – one from a secure country and two from Indonesia – she resolved to at least try and form an ISM group with the help of a translation app. And, just as God gave trembling Moses an eloquent Aaron (Exodus 4), so he also provided for her – beyond her expectations.  

As lead staff in the rural Hokuriku region (affected by the recent earthquake and tsunami), Naru first had another issue to address: the future of the Japanese Bible study group. It was small, with just one Christian and one non-Christian. When she met with them to discuss plans, the Christian student was unsure about continuing due to a busy schedule; it seemed like the group might fade away. But when Naru mentioned the international students, the non-Christian expressed interest in meeting them.  

As they were still talking, the new student from a sensitive country came along and joined the conversation. The Japanese non-Christian, confident in English, stepped forward to translate. Before long, the topic had somehow jumped from group logistics to the importance of Bible study and their need to learn directly from God as the foundation and beginning of everything. 

The next day, they gathered again and were joined by one of the students from Indonesia. They decided to have a weekly Bible study – all together. In this way, a group that was about to cease turned into a regular meeting with the presence of Christian international students. Yuya Shimada, KGK Global Mission Coordinator and Lead Staff for ISM is delighted: “This was beyond Naru’s expectations. Her desire to offer hospitality led to a revival of the local KGK group. This is a powerful testimony of partnership between local and international students.”  

This kind of fellowship is vital in Japan, says Yuya, since Japanese Christians often feel foreign in their own culture. He explains: “Christian international students are by nature foreign and stand out, so the partnership between locals and internationals strengthens and encourages them both and makes them powerful witnesses among Japan’s 2.6 million students.”     

Let’s pray for local and international students in Japan: 

  • Give thanks for KGK lead staff Naru, her desire to serve international students in Japan, and the way that God provided. Pray for her and the small group – that they would be mutually encouraged in their witness as they engage with Scripture together. 
  • Pray for the 200,000+ international students in Japan and the ISM of KGK Japan, including dedicated groups in Kanto and Kansai. Give thanks that ISM has been growing over the last 10 years, and pray that all student groups and staff will see and seize opportunities. 
  • Pray for the KGK national training conference, 26 February – 2 March, and a one-day conference in October to coincide with World Student Day. Ask that both will inspire and equip students in global mission.  

Comienza por la amabilidad

Lee cómo Jamil C, Secretario Regional de IFES MENA, encontró a Cristo cuando era un estudiante internacional en Francia.

Hoy me siento honrado de servir como Secretario Regional de IFES MENA. Mi viaje a la fe comenzó cuando un grupo de estudiantes franceses me mostró su amabilidad, siendo yo estudiante internacional procedente de Túnez. Esta es mi historia.  

Hacia el final de mis estudios de arquitectura en París, me tropecé con una mesa de libros organizada por Groupes Bibliques Universitaires o GBU, el movimiento IFES en Francia. Los estudiantes cristianos de allí me invitaron a una serie de conferencias acerca del islam y el cristianismo impartidas por Chawkat M, que en esos momentos trabajaba con IFES en París y era el responsable de las relaciones con los estudiantes árabes y musulmanes. Al principio, decidí participar por contradecir al orador y probar la superioridad teológica del islam. Sin embargo, me sorprendió que a pesar de mis preguntas a veces provocativas, los estudiantes cristianos siempre respondieron con muchísima amabilidad. Me impresionó tanto su actitud cortés y gentil que cuando regresé a Túnez, decidí llevarme uno de los evangelios. Cuanto más leía las palabras de Jesús, más preguntas tenía.  

Mientras estas preguntas ardían dentro de mí, comencé a escribirlas en cartas a mis amigos cristianos. Pasé los próximos meses enviando preguntas por correo (no había correo electrónico en ese momento) y esperaba dos semanas para cada respuesta.  

Fue durante este tiempo que Chawkat me puso en contacto con una pareja misionera que estudiaba árabe en Túnez. Me reuní con estos nuevos amigos cada domingo por la noche para leer la Biblia juntos. Tan solo unos meses más tarde, decidí entregarle mi vida a Jesús. La vida era pacífica hasta que un día mi hermano mayor me siguió hasta su casa. Unos minutos después de entrar en su casa, sonó el timbre y mi hermano estaba en la puerta. Cuando mi amigo lo invitó a entrar, mi hermano vislumbró la Biblia sobre la mesa. Se quedó tan solo cinco minutos, explicando que solo quería saber quién estaba reuniéndose con su hermano. Luego se fue.  

Al día siguiente, mi hermano me visitó en el trabajo. Me pidió que cortase todos los lazos con los cristianos y que regresara al islam. Me dio una semana para reflexionar antes de que se viera obligado a compartir las noticias con mi familia. Una semana más tarde, volvió para conocer mi respuesta. Cuando no escuchó lo que quería, regresó a casa para contárselo a toda la familia. Esa noche, nuestra casa estaba llena de gritos y llantos, y mi padre me echó de casa. Me alojé en la casa de mi hermana tres días, tras los cuales ella también me pidió que me fuera. Dijo que no podía contravenir la decisión de la familia. Un compañero de trabajo también se puso en contacto conmigo para decir que había oído hablar de mi conversión a la fe cristiana. Me explicó que ya no podía colaborar conmigo y me pidió que saliese de la oficina inmediatamente.  

Me encontré sin saber dónde ir, y llamé a la pareja misionera para preguntarles qué debía hacer. Me pusieron en contacto con un misionero que me ofreció un sitio en el que poder pasar unos días. La semana siguiente, esa pareja misionera recibió amenazas de muerte dirigidas a mí de parte de un grupo islámico en el que estaba involucrado mi hermano.  

En mi camino a la iglesia ese domingo, me encontré con mi hermano y otra persona esperándome a pocos metros de distancia. Corrí para refugiarme en la iglesia y pude escapar a través de una salida de emergencia que daba a otra calle. Sin embargo, esa noche, el pastor de la iglesia, que era suizo, vino a encontrarme y me pidió que dejara el país. Temía por mi vida y me dijo que me había convertido en una fuente de peligro, incluso para ellos. Si el gobierno tunecino conociera lo sucedido, también cerrarían la iglesia. 

A las 24 horas de esa conversación, salí de Túnez y me refugié en una granja en Suiza. Pasé cinco meses allí, y pude reconectar con Chawkat para ver si podía estudiar teología en Francia, un país con el que estaba más familiarizado. Afortunadamente, Dios abrió la puerta y en septiembre de 1987, unos pocos meses después de decidir seguir a Cristo, comencé mis estudios de teología en Francia. Ahora, décadas más tarde, tengo el honor de servir como Secretario Regional de IFES para ayudar a los estudiantes pioneros en el Medio Oriente y África del Norte (MENA). Alabemos a Dios por las maneras en las que ha hecho crecer el ministerio en mi propia región de origen, incluso en lugares extremadamente difíciles.  

Le pedimos que abra nuevas puertas, que nos equipe y nos dé amor y esperanza cuando nos involucremos con estudiantes internacionales y que nos sostenga. 

Porque es mi hermano

Esto no era lo que Arjun* tenía en mente cuando soñaba con ser médico. Dio un traspié hacia atrás mientras el hombre avanzaba. Le gritaba palabras de odio. «¡Vuélvete a tu país!». Su mirada era de odio. Arjun detectó de reojo que alguien se acercaba y observaba a su grupo de seis estudiantes. Su amigo gritó. ¡El hombre lo había golpeado! Vio que se acercaban más hombres. Venían de todas partes. Eran veinte. Se acercaban con los puños en alto, y Arjun supo que la cosa no acabaría bien. Alzó la vista justo antes de recibir el primer puñetazo y vio a un policía recostado sobre una pared, observando en silencio. 

Arjun recordó su pequeña bata blanca. De pequeño, le encantaba disfrazarse de médico. Sus padres se sintieron orgullosísimos cuando les contó que quería estudiar Medicina. Cuando supo que podía asistir a una escuela de Medicina de Asia Central por un bajo precio en comparación con la India, tomó la decisión. El encargado de admisiones le doró la píldora. La ciudad sería moderna y emocionante. Todos hablarían inglés. Los seis años en el extranjero pasarían volando.  

Pero mentía. Arjun se dio cuenta enseguida de que la situación no sería tan perfecta como pensaba. En el aeropuerto, el coordinador de estudiantes obligó a Arjun y a su amigo Veer* a entregar sus diplomas. Ellos y los otros estudiantes indios fueron apiñados dentro de un taxi y enviados a su destino de estudio, a once horas de recorrido. Estaban hambrientos y nerviosos y no podían comunicarse con el conductor, que solo hablaba el idioma local. Pero esa era la menor de sus preocupaciones. Pronto se dieron cuenta de que, como indios, se enfrentaban a la dura discriminación de los autóctonos.  

Se les advirtió que no se salieran a la calle después de las cinco, ya que un encuentro menor con las personas equivocadas podría volverse peligroso enseguida. A sus amigos les robaron las carteras y mochilas a plena luz del día. Sus básicos conocimientos del idioma local los dejaban indefensos. Pero había una palabra que entendían muy bien: «negro». Cuando caminaban por los mercados, los niños les gritaban esa palabra mientras sus padres los señalaban con el dedo. 

La discriminación también se daba en el campus. Tras su primer examen, Arjun y Veer se unieron a una larga fila para esperar los resultados. Pasada una hora, habían llamado a sus 200 compañeros, pero ellos dos seguían a la espera. Empezaron a entrar en pánico. «¿Y nuestros exámenes?». La puerta se abrió y salió el responsable de su grupo.  

El profesor quiere saber cuándo le pagarán”.  

Arjun y Veer no lo sabían, pero los profesores solían retener las notas de los estudiantes hasta que les pagaran un soborno. Los estudiantes indios pagaban un plus. Sus compañeros locales pagaban el equivalente a 15 USD para obtener una buena nota, pero a Arjun y Veer los obligaban a pagar unos 200 o 300. Pero a veces ni siquiera les permitían hacer el examen. Mientras el resto de los estudiantes esperaban para entrar al aula de evaluación, algunos profesores esgrimían excusas baratas para echarlos. Una vez negaron la entrada a Veer por vestir una sudadera. En otra ocasión expulsaron a Arjun por llevar barba. 

A pesar de sus esfuerzos por entender al pueblo local, Arjun y Veer siempre chocaban con su trato. Desesperanzados, se veían ante seis años sin ningún aliado a su alrededor. Incapaces de encontrar alivio del estrés de sus cursos y los peligros de la ciudad, los estudiantes se sentían sin hogar a nivel emocional. Y así siguieron hasta que su compañero de clase indio, Sai*, conoció a una compañera local llamada Adel*. 

Adel nunca había conocido a ningún indio. Pero, al hablar con Sai después de clase, se dio cuenta de que este necesitaba a un amigo. Ella lo invitó a su grupo de IFES, y Sai invitó a Arjun y Veer. En cuestión de semanas, otros 15 estudiantes indios asistían con regularidad. Allí, los estudiantes conocieron a Omar* y Elina*, el personal local de IFES, que los acogieron en sus vidas. Por fin tenían amigos locales.  

Omar y Elina fueron las primeras personas a las que Arjun y Veer llamaron tras ser golpeados en la calle camino a casa después de clase. Los dos obreros los llevaron enseguida a la comisaría, donde los policías aconsejaron a los estudiantes que no interpusieran ninguna denuncia. Con todo, Arjun y Veer se sintieron reconfortados por tener a alguien a quien llamar. Estas relaciones cambiaron por completo su experiencia. Adel les ofreció ayuda para cualquier cosa que necesitaran. Los acompañaba a los mercados y regateaba los precios del alquiler con los propietarios. Tan solo con su presencia, cambiaba drásticamente la forma en que los lugareños reaccionaban ante los estudiantes indios. 

Pero otros no entendían por qué Omar, Elina y Adel se preocupaban por los extranjeros. Cuando Adel caminaba con ellos, la gente se le acercaba para preguntarle si estos indios la estaban molestando. A veces incluso la desafiaban. Una vez acompañó a Veer a una clínica para asegurarse de que no le cobraban un precio desmedido. Cuando se negó a abonar el pago desorbitado que pedían, el médico se enfadó. Le preguntó por qué se esforzaba tanto por defender a un extranjero. La respuesta de Adel fue tan sencilla como rotunda:  

“Es mi hermano», contestó. “Y a la familia se la protege.”  

Y es cierto: Arjun, Veer y otros estudiantes indios encontraron a una auténtica familia en el movimiento de IFES de Asia Central. Adorar y estudiar la Biblia con Omar, Elina y Adel los ayudó a soportar los momentos más oscuros de sus estudios. Estos amigos eran sus aliados en una cultura que los rechazaba. Arjun describe a sus amigos cristianos locales como personas íntegras.  

“Siempre defendieron las cosas justas”, comenta. “Siempre nos respaldaron”. 

En muchos lugares, los extranjeros (estudiantes internacionales, refugiados e inmigrantes) sufren discriminaciones flagrantes en sus nuevas sociedades. Los cristianos como Omar, Elina y Adel aprovechan la oportunidad de acoger a estas personas y exigir justicia en su nombre. Aunque eso les cueste su reputación social. Sus acciones honran el mandamiento de Dios de tratar al extranjero «como a un natural de vosotros» (Levítico 19:33-34) y dar testimonio del amor divino para todos los pueblos y naciones.  

¿Cómo puedes brindar tu apoyo a los extranjeros de tu alrededor? ¿Qué puedes hacer para exigir justicia en su nombre? 

 
*No es su nombre real. 

Cuando el cielo se regocija

No hay ningún lugar del mundo que tenga más estudiantes internacionales que Estados Unidos de América. Y de este millón de estudiantes que llegan a las universidades de todo el país, algunos proceden de unos de los países menos alcanzados del mundo*: Yemen, Tayikistán, Afganistán, Somalia, Djibouti y hasta Corea del Norte. Según vayas conociendo a estos cuatro estudiantes internacionales, ¡únete al cielo y celebra que Dios está llamando a personas de cada nación a seguirle a Él! Ora para que haya más historias de estudiantes que lleguen a la fe y para que estén equipados para compartir a Cristo por todo el mundo.

Yang se inspira en el sacrificio

Yang, un estudiante internacional no era un cristiano. Durante el semestre estaba demasiado ocupado con sus estudios de doctorado para invertir tiempo en explorar más. Pero sentía curiosidad. Durante las vacaciones invernales, Yang decidió inscribirse en Urbana, la conferencia de misiones estudiantiles de InterVarsity, para aprender más acerca de Dios.

En una noche de oración en Urbana algo cambió para Yang. Vio como los participantes de Urbana dedicaron una hora a orar por la iglesia bajo persecución. Yang se quedó impresionado al observar la disposición de hombres y mujeres a dar su vida por Jesús, ¡y hasta orar por quienes les persiguen! Su fe tuvo un gran impacto sobre él. Sabía que tenía que seguir a Jesús también.

Sundeep encuentra la luz verdadera

Los estudiantes de Asia del Sur estaban emocionados porque les invitaron a celebrar Diwali (el festival de la luz hindú) con sus amigos de InterVarsity. Comida, fuegos artificiales, cricket y canciones llenaron una noche en la que los estudiantes tuvieron la oportunidad de compartir sus tradiciones de Diwali. Entonces, un graduado cristiano, un indio que antes profesaba la fe hindú, compartió su testimonio de cómo encontró la luz real en Jesús.

Tras este evento, un voluntario invitó a uno de los estudiantes, Sundeep, a la iglesia. Sundeep había recogido una de las Biblias gratuitas. Tras aprender más acerca del Evangelio, Sundeep oró para recibir a Jesús en su vida.

Lily abraza la Evangelización

“¡No comprendo por qué mis amigos cristianos esperaron tanto tiempo para contarme más acerca de Jesús!” Lily es una estudiante de Asia del Este que se hizo líder estudiantil tras entregar su vida a Jesús. Tiene un fuerte deseo de regresar a su casa para compartir el Evangelio entre su gente. Suele recordar a los demás que la gente está deseando aprender acerca de Jesús y nuestra timidez es la que retrasa su acceso al Evangelio. Lily empezó recientemente un estudio bíblico para buscadores con varios estudiantes de su país que sienten curiosidad por Jesús.

Salima descubre que puede seguir a Jesús

Salima es de un país donde los seguidores de Jesús están muy perseguidos. Hace un par de años, conectó con estudiantes y obreros de InterVarsity mediante un grupo internacional. Salima asistió a la mayoría de sus debates acerca de la vida de Jesús ese semestre y mostró un deseo por saber más.

Algunos meses más tarde, uno de los obreros conectó de nuevo con Salima. Salima explicó que ella había encontrado una iglesia local de inmigrantes de su nación de origen. ¡Incluso empezó a celebrar reuniones de oración en su casa! Con el apoyo de muchos de esa comunidad, empezó a comprender cómo una persona de su país podía seguir a Jesús.

Hace poco, Salima empezó a seguir a Jesús. Su marido sigue investigando la fe cristiana.

Hemos modificado los nombres.

Lee más historias del ministerio de estudiantes Internacionales por todo el mundo.

Resiato sueña con alcanzar a las naciones en el campus

Resiato*, estudiante internacional de Kenia, sueña en grande. Quiere iniciar un ministerio de estudiantes internacionales en su universidad de Estonia. ¿Su motivación? La gran comisión de Mateo 28. Resiato ve su campus como una plataforma para hacer discípulos de las naciones.

Es un gran sueño, pero no está sola. Un obrero de otro movimiento de IFES ha oído sobre sus planes y viajó recientemente para conocerla. Hablaron sobre cómo compartir a Cristo con los estudiantes internacionales y cómo iniciar un ministerio. En unos meses, Resiato invitó a una amiga hindú a la iglesia regularmente y concertó reuniones con los pastores para compartir su visión.

La mayoría de estudiantes internacionales de Estonia provienen de Nigeria, Rusia y Ucrania, pero también hay muchos de India, Bangladés y Azerbaiyán. Resiato comparte sus reflexiones:

«Interactúo con muchas culturas diferentes. A veces las comprendo, a veces no. Pero los materiales de IFES me ayudan muchísimo a llevar a cabo la gran comisión».

Resiato necesita nuestras oraciones para establecer el ministerio de estudiantes internacionales en Estonia.

  • Ora por Resiato, para que pueda compartir su visión y reunir a líderes que la ayuden a alcanzar a los estudiantes internacionales.
  • Ora para que muchos estudiantes internacionales sean alcanzados con las Buenas Nuevas de Jesús gracias a este nuevo grupo en Estonia.
  • Demos gracias a Dios por la relación entre los movimientos de IFES. Ora por más oportunidades para animarnos unos a otros y compartir recursos.

*No es su nombre real.


Cómo ha usado Dios nuestro fracaso ministerial

En marzo del 2018, traté de iniciar un grupo de estudiantes internacionales en la ciudad de Varna, en Bulgaria… Y me di de bruces contra el suelo.

Empieza la jornada

BCSU, el movimiento de IFES en Bulgaria, ya había iniciado un grupo de estudiantes internacionales en Sofía, la capital. Iba tan bien que quisimos expandir la obra a otra ciudad. Varna era el lugar lógico. Tenía una gran población estudiantil que no contaba con ningún otro grupo cristiano.

Pero Varna estaba a ocho horas de distancia en tren desde Sofía, donde la mayoría de obreros de BCSU y yo vivimos. El único obrero en Varna ya estaba implicado en otras responsabilidades ministeriales. Así que empezamos a orar Y esperamos que se presentara la ocasión.

De mal en peor

Poco después, un voluntario se ofreció a venir y pasar tres semanas en Varna apara ayudarnos a establecer el grupo. ¡Una respuesta a las oraciones! Disponíamos de un local para hospedarnos, así que viajé a Varna como voluntario.

La publicidad fue la primera tarea. Repartimos folletos y hablamos con cientos de estudiantes internacionales. Llegó la noche del primer evento… y solo se presentaron tres estudiantes. Fue un mal comienzo, pero las noches siguientes fueron todavía peores. ¡Hubo un evento al que no acudió ningún estudiante! Fue desalentador. Nos preguntamos si Dios quería realmente que iniciáramos un grupo en Varna.

La petición de Sarah

Entonces recibimos un mensaje de Sarah*. Era una de los tres estudiantes de la primera noche. Había disfrutado reuniéndose con nosotros y quería empezar a ir a una iglesia. ¡Al menos habíamos llegado a una estudiante! «La definición de éxito de Dios es diferente a la nuestra», pensamos. «Quizá su plan era ayudar a esta estudiante a llegar a la fe».

Sarah comenzó a involucrarse en la iglesia. Disfrutaba lo que aprendía y le encantaba el ambiente. Pero no podía asistir a los estudios bíblicos semanales de la iglesia, porque no hablaba búlgaro. Nos pidió ayuda. Mediante los recursos de Abriendo nuevos caminos de IFES y con la promesa de Sarah de que invitaría a sus amigos, decidimos una vez más iniciar algo para los estudiantes internacionales de Varna.

Resultados inesperados

Y esta vez , en octubre del 2018, ¡los estudiantes asistieron! Y siguieron acudiendo. El grupo empezó a estudiar el evangelio de Juan con el material de Uncover. Sorprendentemente, el nuevo grupo creció y floreció a medida que los estudiantes internacionales siguieron invitando a sus amigos para explorar la persona de Jesús.

¡Hoy en día es el grupo estudiantil más grande del país! El grupo incluye actualmente tanto a buscadores como a creyentes de países de Asia del Sur, Europa y África. Sarah sigue en el camino de decidir qué cree. Sigue siendo una gran valedora del grupo e invita a sus amigos a todos los eventos.

He aprendido que la visión de Dios para alcanzar a los estudiantes es mucho mayor que la mía y que puede utilizar nuestros supuestos fracasos para su gloria.

*No es su nombre real.


Esta obra pionera en Bulgaria recibe el apoyo de la iniciativa Abriendo nuevos caminos de IFES.

Riesgos de seguridad y barreras de idioma

Naomi tiene que ir con cuidado con lo que cuenta a sus amigos. Incluso los mensajes de texto son susceptibles de interceptación por parte de las autoridades en búsqueda de lenguaje «cristiano». Esto añade una tensión a la vida diaria de la que ella no era consciente en septiembre. Naomi se ha mudado hace poco a un país de Asia del Este como estudiante internacional para aprender el idioma. Comparte sus reflexiones:

«No me gustan los efectos que ejerce en mí. Me hace contenerme de compartir el evangelio, porque soy demasiado consciente de la seriedad del hecho. ¡Pero mi reacción debería ser la contraria! El evangelio debe compartirse urgentemente, ya que muchas personas, autóctonas e internacionales, necesitan oír la voz redentora del amor y la gracia de Cristo».

A pesar de los peligros, Naomi está disfrutando mucho de la experiencia internacional. Lo explica:

«En clase, somos 20 personas de 14 nacionalidades diferentes. He conocido a estudiantes de Irán, Sudán, Nigeria y muchos más. La cantidad de idiomas y culturas diferentes enriquece y emociona, pero puede representar un reto a la hora de conocer profundamente a las personas y entablar conversaciones no superficiales».

Únete a nosotros y oremos por Naomi esta semana:

  • Ora para que Naomi adquiera fluidez lingüística, sensibilidad y valentía para hablar del evangelio con sus amigos.
  • Ora para que Dios abra los ojos y cambie los corazones de los estudiantes locales e internacionales para que conozcan a Jesús como su Señor y Salvador.
  • Ora para que los cristianos locales que afrontan persecución continúen aferrándose a Jesús y confiando en sus caminos y provisión.

¡Gracias por orar con nosotros!

Un cuchillo bajo la almohada

Niraj* parecía ser un estudiante de medicina seguro de sí mismo y relajado. Pero, al caer la noche, la historia era muy diferente. Le atormentaban las pesadillas y siempre dormía con la luz encendida. Lo que aprendió en la facultad de medicina no le había ayudado en absoluto, por lo que dormía con un cuchillo debajo de la almohada para alejar las pesadillas. 

Una comunidad atractiva 

Niraj es uno de los 1.500 estudiantes hindúes estudiando en Yerevan, la capital antigua de Armenia. Es un habitual de los estudios bíblicos de IFES y hasta asiste a las reuniones de oración, junto a otros compañeros de clase hindúes. Ama a la comunidad. Es un lugar al que escapar y alejarse de la burbuja de estudiantes hindúes, es un lugar de aceptación que no tiene relación con su desempeño académico. Sin rumores, sin ataques por la espalda, sin presión.  

Sin temor. 

En cuanto a las cosas “cristianas”, había mucho con lo que no estaba de acuerdo. Jesús le parecía una buena idea y no creía que fuera completamente incompatible con sus creencias hindúes poco firmes. Pero sus amigos cristianos le dijeron que tenía que elegir: no podía añadir a Jesús a otras creencias. Es todo o nada. Seguir a Jesús afectará a todas las partes de tu vida. Tu trabajo, tu matrimonio, tus palabras, tu dinero, tu tiempo libre. 

A Niraj le sonaba muy intrusivo. 

Hinduismo más Jesús   

La historia de Niraj no es la única. Todos los años, cientos de estudiantes hindúes llegan a Armenia desde su India natal. Las tasas universitarias son menores y es más fácil encontrar plazas en la universidad. Los estudiantes de medicina como Niraj pasan seis años ahí – por lo que disponemos de tiempo para invertir en ellos. Están deseando formar parte de las actividades de IFES y de la comunidad. No obstante, muchos de ellos adoptan una mentalidad de “hinduismo más Jesús”. Un salto completo hacia una fe solo en Cristo es difícil. Los amigos de Niraj han estado orando para que llegue a la fe en su tiempo. Para algunos, es cuestión de pequeños pasos. 

Recientemente, Niraj tomó otro pequeño paso. 

Ya no duerme con un cuchillo debajo de su almohada. 

En su lugar, ora:

“Jesús, estás conmigo. Estás cuidando de mí. Así que me voy a ir a dormir.” 

Ora, junto con los amigos de Niraj, para que llegue a confiar más y más que el camino de Dios es mejor, su Gracia es suficiente, y su amor echa fuera el temor. 

Ora por Godfree y otros participantes de la Asamblea Mundial

En la universidad, esperaba tener a un compañero de habitación comprometido con la oración. Pero, cuando comencé mi programa, Dios me dio todo lo contrario. Moses ni siquiera era creyente. Le gustaba beber y salir de fiesta. Así que empecé a orar por él. 

Moses era un estudiante internacional de Guinea Ecuatorial. Tenía muchas preguntas sobre mi fe. A través de él, conocí a otros estudiantes internacionales de Guinea Ecuatorial y comencé a invitarlos a eventos y orar por ellos, para que recibieran a Jesucristo. 

El año pasado, Dios respondió a mi oración. ¡Moses y otros estudiantes internacionales profesaron fe en Jesucristo! Ahora están muy activos en la evangelización en el campus. 

Godfree, estudiante de FOCUS Zimbaue, se encuentra esta semana en la Asamblea Mundial. Está aquí para compartir su historia y animar a otros a alcanzar a los estudiantes internacionales. También está aquí para aprender. Llevarse nuevas ideas. Recordar que forma parte de un movimiento global en crecimiento de estudiantes como él, que quieren compartir las buenas noticias de Jesús con sus amigos. 

Únete a nosotros en oración por Godfree y otros participantes de la Asamblea Mundial. 

  • Demos gracias a Dios por los estudiantes internacionales de la universidad de Godfree y oremos para que estos nuevos creyentes anden cerca de Jesús ahora y cuando vuelvan a Guinea Ecuatorial. 
  • Demos gracias a Dios por los 1200 participantes que han viajado desde más de 170 países para estar en la Asamblea Mundial. Demos gracias por haber llegado bien y por la bendición que ha sido el tiempo de comunidad y la enseñanza hasta ahora. 
  • Ora para que todos los participantes se encuentren con Jesús a través de su Palabra y se marchen equipados e inspirados para ser mensajeros de esperanza en las universidades de todo el mundo. 

¡Gracias por orar con nosotros!