¿Alguna vez piensas en los apóstoles que no fueron tan prominentes?

Conocemos a Pedro, Santiago y a Juan gracias a los Evangelios. El libro de los Hechos describe la evangelización de Felipe en las calles y las aventuras misioneras de Pablo. Pero ¿y los demás? (Es más, ¿te acuerdas del nombre de cada uno de ellos?) Pasaron tres años con Jesús formándose intensamente como discípulos. Fueron testigos de su muerte y de su resurrección. Entonces, ¿qué pasó con ellos?

Existen diferentes leyendas y tradiciones. A Andrés se le conoce como el apóstol de los griegos, aunque parece que también llevó el evangelio por la región del Mar Muerto e, incluso, a la actual Ucrania. Es posible que Tomás plantara iglesias en la India, mientras que Bartolomé (es decir, Natanael) y Tadeo (¿te acordabas de él?) predicaron en Armenia. Tanto si en la actualidad son famosos como si no, los primeros apóstoles fueron testigos fieles “tanto en Jerusalén como en toda Judea y Samaria, hasta en los confines de la tierra” (Hechos 1:8).

Es posible que no conozcamos con certeza las trayectorias de todos los apóstoles, pero una cosa es segura: La “misión mundial” no fue un invento de los europeos durante la era colonial. Esto es importante porque la idea de la evangelización global es, hoy en día, bastante polémica. Lamentablemente, las palabras como “misión” y “obra pionera” han sido contaminadas por personas que han buscado sus propias ganancias materiales y políticas, con el establecimiento de imperios humanos en nombre de Dios. Una reflexión en oración de tales pecados debería alertarnos de nuestras propias motivaciones y llevarnos al arrepentimiento y a la humildad. Pero el mandato de Jesús de llevar el evangelio a lugares nuevos no ha cambiado: mandó a sus seguidores que predicaran el evangelio a todas las naciones hasta el fin de los días (Mateo 28) y hasta los confines de la tierra, hasta que él vuelva (Hechos 1).

Afortunadamente, las buenas nuevas de Jesús todavía están alcanzando nuevos lugares y naciones (y nuevos campus y estudiantes). En este blog de Conexión, compartimos noticias de cómo esto se está logrando con la ayuda del programa Abriendo Nuevos Caminos (ANC), uno de nuestros Ministerios de Recursos Globales que está inspirando y ayudando a estudiantes para que puedan lanzar nuevos grupos. 

En 2019, compartimos la historia de Aida. Después de haber pasado su infancia en Guinea Ecuatorial, sentía una fuerte conexión con este país. Más tarde, durante un período de dos meses haciendo unas prácticas como profesora allí, como parte de sus estudios en una universidad de España, sintió el llamado de volver. Con el apoyo de GBU España, el equipo EPSA de IFES, y ANC, partió a cumplir su sueño: comenzar un grupo IFES en la capital isleña, Malabo.

Tuvo un inicio prometedor. Conoció a estudiantes, vio cómo trabajaban las iglesias y disfrutó creando un equipo. Como parte de la red de ANC, se sintió especialmente animada al poder conectar con pioneros en Malasia y Canadá, así como por el apoyo y la formación que recibió.

Entonces llegó la pandemia. Con gran pesar, Aida tuvo que volver a España. Hizo todo lo posible por continuar, desde la distancia, sus reuniones con el grupo recién formado, pero la conexión a internet era, a menudo, problemática. Sin embargo, cuando pudo regresar, pudo ver que Dios había seguido obrando:

Y todavía hay más: Dios no solo cuidó a todos los estudiantes durante ese tiempo, sino que también levantó líderes de entre ellos. Con el grupo de Malabo relativamente bien establecido, los pensamientos y oraciones de Aida se dirigieron a la Guinea Ecuatorial continental: la Universidad Nacional de Bata y el campus recién construido de la Universidad Afro-Americana en Ciudad de la Paz.

Durante una visita a Ciudad de la Paz en junio, Aida condujo por el campus orando por oportunidades para encontrar estudiantes cristianos que pudieran empezar un grupo. Al cabo de unas semanas, recibió noticias de un estudiante del grupo en Malabo que se había mudado a Ciudad de la Paz y que se estaba reuniendo con otros estudiantes cristianos para leer la Biblia. Además, recientemente se han establecido conexiones entre los pastores de diferentes iglesias de Bata y Ciudad de la Paz. Aida y unos obreros de EPSA han podido visitar el lugar y compartir acerca de su trabajo.

La historia de Aida en Guinea Ecuatorial es un ejemplo motivador de cómo abrir nuevos caminos en un país donde no existía un movimiento IFES. En Groenlandia y Nueva Caledonia se han consolidado proyectos parecidos. Sin embargo, ANC no solo se involucra en la creación de nuevos movimientos. Muchos países con movimientos nacionales establecidos desde hace tiempo tienen áreas que deben abrirse.

Durante su tiempo como Secretario General de IFES, Daniel Bourdanné sintió carga por esos lugares no alcanzados. Se sentía muy agradecido por el hecho de que IFES fuera realmente una comunidad internacional, con movimientos en 160 países, pero observó que muchas ciudades y campus todavía no tenían un testimonio cristiano: “Considero que ahora es el momento para que demos un paso de fe y oremos para abrir nuevos caminos para el reino”.

Así es como surgió la iniciativa ANC. Lanzada en 2018, su propósito era el de apoyar a 100 iniciativas pioneras antes de 2020 (puedes ver un vídeo corto aquí). En la actualidad, existen 600 grupos nuevos, procedentes de todas las regiones IFES. Como tal, la iniciativa continua es ayudar a IFES a implementar una de sus prioridades estratégicas – “Crecer en Nuevos Terrenos”.

Así, ¿cómo funciona ANC?

El programa ofrece subvenciones, formación y recursos a los movimientos que tienen una visión y un plan para el ministerio pionero. Nigel Pollock, director del programa, afirma: “la obra pionera siempre ha sido parte del ADN de IFES. A través de ANC, estamos dando prioridad a los proyectos que surgen de las bases, que apoyan la iniciativa estudiantil y que empiezan a trabajar en un nuevo lugar. Estamos buscando propuestas creativas y sostenibles que tengan la capacidad de multiplicar el impacto hacia delante”.

Aquellos que tengan un plan para abrir nuevos caminos, pueden solicitar una subvención para que les ayude a cubrir los gastos. Evaluamos las solicitudes cada seis meses y otorgamos un máximo de 7000 USD. “Hemos descubierto que una pequeña semilla económica puede marcar una diferencia crítica en convertir una visión en una acción práctica”, añade Nigel.

En Ecuador, el movimiento nacional fundado en 1991, Comunidad de Estudiantes Cristianos del Ecuador (CECE), ha llevado a cabo obras pioneras en siete nuevas ciudades (Manta, Portoviejo, Milagro, Riobamba, Latacunga, Babahoyo e Ibarra). También han estado abriendo nuevos caminos con un grupo en línea a través de la Universidad de Milagro (podrás descubrir más durante el período previo al Día Mundial de la Generosidad de este año).

Miguel Peñafiel, el coordinador nacional de CECE para los grupos pioneros, está agradecido por la subvención y el apoyo de ANC: “No solo hemos podido fortalecer conexiones con otros grupos pioneros del país, sino que también hemos descubierto estudiantes que querían compartir el evangelio en sus universidades, pero no sabían cómo. Con el apoyo de CECE, se han sentido alentados y han empezado a invitar a sus compañeros a estudios bíblicos.

Esto es exactamente lo que ocurrió con Matthew, un estudiante de ingeniería civil en la Universidad Técnica de Manabí (UTM) en Portoviejo. Cuando escuchó acerca de la oportunidad de empezar un grupo CECE en la UTM, le entusiasmó la idea y decidió tomar parte en el proyecto, con grandes resultados:

Matthew ha seguido quedando con sus amigos y estudiando el Evangelio de Lucas. Recientemente, participó en una formación para líderes estudiantiles de CECE (EFE) y está deseando empezar el nuevo trimestre. El terreno en Portoviejo ha sido alcanzado y plantado, y ya está empezando a dar fruto.

Otro movimiento bien establecido con una visión y un plan para abrir nuevos caminos es la Comunidad de Estudiantes Evangélicos de Pakistán (PFES). Ahora, quieren plantar nuevos grupos en Quetta, Kasur, Sukkur y Abbottabad.

Philip Chandi, el Secretario General de PFES, nos cuenta acerca de los retos y las oportunidades en Quetta: “Es una ciudad impredecible. Está cerca de la frontera con Afganistán y la situación política en Baluchistán es compleja. Siempre tenemos que observar la situación en la que se encuentra la ciudad antes de ir a visitarla. Pero las iglesias de allí son fuertes y tenemos una buena relación con ellas”.

El proyecto pionero se construye a partir de estas conexiones. Una subvención de ANC cubre los gastos de los obreros de PFES en Karachi para que puedan viajar a Quetta cada tres meses, con el fin de estrechar los lazos con los líderes de las iglesias y conocer a los estudiantes. En algunas iglesias, han podido organizar reuniones de estudiantes para ofrecer formación sobre el discipulado y estudios bíblicos inductivos. El plan es que, después de un año preparando el terreno, quizás pueda nombrarse a un obrero voluntario para consolidar el ministerio.

Este enfoque ha tenido éxito en Sukkur. El año pasado, una obrera voluntaria dio un paso adelante. Ahora, está liderando tres grupos de estudio bíblico por semana con el apoyo de visitas ocasionales de un obrero sénior de Karachi. “Somos alentados por el crecimiento del ministerio estudiantil en aquella ciudad” asegura Philip.

Tanto si se trata de un país nuevo como de una subregión nueva, una ciudad nueva o un campus nuevo, los nuevos caminos están por todas partes. Pero para abrirlos, necesitamos una herramienta, y a alguien para usarla. El programa ANC ayuda a proveer una pala, pero para abrir nuevos caminos, necesitamos más “apóstoles”.

La raíz del término apóstol significa “aquel que ha sido enviado”. El mundo, con sus miles de universidades y facultades por alcanzar, todavía necesita apóstoles actuales: hombres y mujeres con grandes personalidades como Pedro, así como hombres y mujeres poco conocidos como Bartolomé.

¿Te está llamando Dios a que vayas a abrir nuevos caminos? ¿Hay algún proyecto de ANC que podrías iniciar? Ora por ello. Habla con otros miembros de tu movimiento nacional. Si tienes una visión y un plan, es posible que la iniciativa ANC pueda ayudarte.

O, quizás, después de haber leído acerca de las obras pioneras de Aida en África, del estudiante Matthew en América Latina y de la voluntaria en Asia del Sur, Dios te está llamando a apoyar a aquellos a quienes ha enviado. Con tus oraciones, palabras de ánimo o donaciones, puedes colaborar con otros para abrir nuevos caminos.

Cada uno de nosotros debe encontrar su lugar en el legado innovador de los apóstoles, tanto de aquellos que recordamos, como de los que no. Pues Jesús está con cada uno, hasta el fin de los días y hasta los confines de la tierra.