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La vida en un aparcamiento de varias plantas sin escaleras

Los estudiantes y el sistema de castas en India

Mi madre siempre me había dicho: la educación es tu bien más valioso e indestructible en la vida. Mientras caminaba por el campus de mi universidad esa primera tarde, sentí una oleada de expectativa. Había trabajado duro para llegar allí. Mis resultados lo demostraban. Y, ahora, aquí estaba. Era mi oportunidad de, finalmente, avanzar en el mundo, de conseguir ese bien indestructible y hacer que mi madre se sintiera orgullosa.

Sin embargo, el sueño no duró mucho. Esa noche, en el hostal estudiantil, me encontré con la dura realidad.

Lo primero que me delató fue mi acento. Entonces me preguntaron: ¿Cuál es tu buen nombre? Y, entonces, lo supieron. Era un dalit. Algunos chicos empezaron a reírse de mí. Me dijeron que solo estaba allí para que la universidad pudiera cumplir la cuota establecida de matriculaciones de dalits. Cuota. Se convirtió en mi apodo no deseado.

Sin embargo, no era algo nuevo. Había sufrido discriminación toda mi vida, pero, de algún modo, esperaba que en la universidad fuera distinto.

Abogados y limpiadores de baños

Para muchos estudiantes en la India, el sistema de castas moldeará significativamente su experiencia universitaria, además de toda su vida. Sin embargo, es posible que estudiantes de otros países no estén familiarizados con este concepto.

El sistema de castas es la antigua jerarquía social de la India. En ella, las personas se dividen en diferentes clases, o castas. Un estudiante de una casta alta tiene más privilegios en cuanto a estatus, educación y salidas profesionales. Ellos pueden llegar a ser políticos, abogados o médicos.

La casta de los dalits, ilustrada más arriba, está por debajo de las cuatro castas principales. Se les conoce como “los intocables”. Tradicionalmente, se ocupan de los trabajos “intocables”, como deshacerse de los animales muertos o limpiar retretes. Un joven de la casta dalit tiene muy pocas posibilidades de conseguir una plaza en la universidad. No pueden cambiar de casta. El sistema ha sido descrito como un aparcamiento de varias plantas sin escaleras o ascensores (no se puede ir hacia arriba o hacia abajo). Todos se quedan en la casta en la que nacieron.

Existen otras castas desfavorecidas en la India y a su conjunto se les llama Otras Clases Atrasadas.

Unos resultados devastadores

Pero, entonces, ¿qué pasó con el estudiante de nuestra historia? ¿Cómo consiguió entrar en la universidad?

Lo que le dijeron sus compañeros es, muy probablemente, la verdad. En la actualidad, las instituciones educativas y estatales reservan un número limitado de puestos para aquellos procedentes de las castas “atrasadas”, en un intento de revertir parte de las desventajas con las que viven. Sin embargo, el problema sigue allí. La discriminación persiste, con resultados devastadores.

En mayo de 2019, un joven médico recién graduado se quitó la vida después de ser presuntamente acosado por tres médicos senior de castas superiores. Desgraciadamente, no es un caso único. La mayoría de las historias como esta no aparecen en las noticias. Las miradas despectivas, los comentarios crueles, las notas de exámenes injustas y los sueños frustrados: esta es la vida diaria de las personas que pertenecen a las clases atrasadas de la India.

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Cristianos que se preocupan

¿Qué podemos hacer? ¿Cuál es la respuesta bíblica respecto a las castas? ¿Cómo deberían responder los estudiantes cristianos hoy? Dos graduados de UESI que sienten una gran preocupación por este asunto comparten sus reflexiones:

¡Hablen!

La ignorancia respecto a los problemas que crea el sistema de castas es un problema enorme. Muchas universidades de la India ya tienen grupos activos contra el sistema de castas. Los estudiantes cristianos deberían, o bien unirse a estos grupos y contribuir a les conversaciones aportando una cosmovisión bíblica, o bien empezar un grupo ellos mismos si todavía no existen en su universidad, tal y como hicimos en Chennai, en el sur de la India. La universidad es un lugar fantástico para dialogar y cuestionar el orden establecido. Los estudiantes cristianos deberían ser los que toman la iniciativa de denunciar esta situación e invitar a estudiantes de todas las castas a participar en la conversación.

Haciendo visibles a los invisibles.

Una señal poderosa de que tenemos el amor de nuestro Dios invisible es cuando amamos a nuestros vecinos visibles con imparcialidad. Podemos estar estudiando junto a los desfavorecidos y oprimidos sin que se nos pase por la cabeza: ¿son visibles? ¿Se habla de sus problemas? ¿Está representada su cosmovisión? ¿Son reconocidos sus informes de investigación?

Los estudiantes cristianos deberían hacer lo que esté en sus manos para facilitar un entorno donde estudiantes de todas las castas estén incluidos y sean escuchados y respetados. Cuando la violencia basada en el sistema de castas no se denuncia o cuando un profesor universitario muestra un favoritismo basado en las castas, el estudiante cristiano es quien debería hacer visible lo invisible.

Administrando nuestro aprendizaje universitario

Los efectos negativos del sistema de castas pueden verse en todos los aspectos de la sociedad. ¿Elegirá el estudiante cristiano usar su disciplina para ayudar? ¿Podría un ingeniero encontrar una solución sanitaria innovadora para reemplazar la limpieza manual? ¿Podría un estudiante de arte crear una película o una pieza musical que desmontara un prejuicio o estigma relacionado con las castas, o que celebrara la belleza o la unidad en la cultura de otra casta? ¿Podría un arquitecto diseñar un proyecto de viviendas para mejorar los barrios marginales? ¿Podría un sociólogo reescribir los libros de historia para representar a los desfavorecidos de forma honesta?

¡Las posibilidades de administrar nuestro aprendizaje universitario para ayudar a los más desfavorecidos son infinitas!

Moldeando nuestros grupos estudiantiles

¿Qué opinan nuestros grupos bíblicos estudiantiles sobre nuestra actitud hacia los oprimidos que viven entre nosotros? ¿Nos estamos esforzando en estudiar, entender y debatir las historias entre diferentes castas en nuestro grupo? ¿De qué forma rinde cuentas nuestro grupo respecto a su lucha contra discriminaciones basadas en el sistema de castas y cuestiones sociales parecidas? ¿Existe una sección sobre las castas en el programa del discipulado cristiano dirigido a nuevos creyentes? ¿Son inclusivos nuestros grupos estudiantiles, de graduados y de obreros? ¿Tomamos medidas para actuar de manera positiva y tener una representación intencionada?

Es evidente que una realidad social tan arraigada no cambiará de la noche a la mañana. Sin embargo, como en cualquier cultura y sociedad, los estudiantes y graduados cristianos tienen la responsabilidad y el mandato de ser agentes de cambio en su generación.

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