Un combate para nada común

Sezim estaba rodeada de ángeles Sí, de verdad. Hasta podía verlos.

Justo antes de eso, Sezim se encontraba en una situación agotadora. Se había quedado estudiando hasta altas horas de la noche para prepararse para cuatro exámenes diferentes. Pero sentía que no lo iba a lograr. En su país, había que sobornar al profesor para obtener una buena nota. Eso era algo con lo que Sezim se sentía realmente incómoda desde que se había convertido al cristianismo. Sabía que se trataba de algo deshonesto, pero le parecía imposible ir a contracorriente. Se preguntaba: ¿cómo llegaré a ser médica si no me someto a las reglas del sistema? Pero el Espíritu Santo la ayudó a mantenerse firme en sus convicciones. Decidió confiar en los conocimientos de su mente en lugar de un soborno.

La última vez que se había negado a pagarle a su profesor, éste se había enfadado. Incluso había intentado suspenderla. Le dijo que podría ser expulsada de la universidad si no le pagaba. Su madre, que no era cristiana, tampoco la entendía. Le preguntaba: ¿por qué no puedes ser como los demás?Aun así, Sezim prefirió honrar a Dios con sus estudios.

Y ahora ya era medianoche. La enorme cantidad de lecciones que Sezim tenía que revisar era agotadora. Así que, había inclinado su cabeza para descansar. Pero cuando abrió los ojos, vio algo increíble.

Un ángel había salido de la pared. Y luego otro. Y otro más. Pronto se vio rodeada de enormes ángeles. Sezim tenía los ojos clavados en ellos, pero ellos no. Ellos miraban hacia otro lado, como si estuvieran observando algo. Como si la estuvieran protegiendo. Y en ese momento escuchó una voz.

Sezim, no te preocupes. Dios te protegerá.

Entonces se puso a parpadear para intentar despertarse. Pero no estaba durmiendo.

Al día siguiente, Sezim se presentó a los exámenes. Más tarde, fue a recoger las notas del profesor que la había amenazado. Y vio que había aprobado todas las asignaturas. De hecho, sus notas eran igual de altas que las de los estudiantes que habían pagado. Dios la había cuidado.

Para muchos estudiantes, los sobornos son algo normal de la vida académica. Los estudiantes que se convierten en cristianos deben decidir si seguirán sometiéndose al sistema o si tendrán fe en que Dios los sostendrá a lo largo de sus estudios. Oremos por los estudiantes que no desean ser «como los demás».

  • Oremos para que su fe esté por encima de lo que sus profesores o incluso sus padres quieren que hagan.
  • Oremos por el testimonio de los estudiantes que se enfrentan a la corrupción en los campus, para que se animen incluso en momentos difíciles.
  • Oremos por Sezim, que está a punto de recibirse como médica. Oremos para que siga siendo luz en su trabajo.

Cautivados por la Palabra de Dios

Seis horas de estudio por día. Cincuenta y nueve estudiantes. Un libro del evangelio. Este es el Campamento Marcos.

Durante cinco días, los estudiantes de Ucrania se reunieron en los montes Cárpatos para explorar el libro de Marcos. Aunque al principio algunos dudaron en cuanto a su capacidad para digerir una porción tan grande de la Palabra de Dios en tan pocos días, pronto descubrieron lo bueno que es sumergirse en la lectura de un libro de la Biblia, y hacerlo juntos.

En Ucrania se han realizado muchos Campamentos Marcos a nivel regional, pero esta era la primera vez que el campamento se realizaba a nivel nacional. El impacto que ha generado este campamento superó al de todos los campamentos anteriores. Un obrero de Kharkiv nos comparte su testimonio:

«Casi todos los estudiantes lloraron al hablar sobre cómo Dios había tocado sus corazones a través de este campamento… No quiero exagerar, pero nunca había visto tanta unidad y tanta acción del espíritu en los proyectos nacionales como en este campamento. ¡Fue increíble! ¡Volvimos transformados! Para el CCX Kharkiv fue un viaje que cambió sus vidas: nos convertimos en una familia”.

Al estudiar el libro de Marcos, los estudiantes se sintieron desafiados a pensar en cómo podrían alinear sus vidas más estrechamente con el corazón de Dios. Se arrepintieron de haber vivido como “fariseos”. Reflexionaron sobre cómo podrían amar más a los estudiantes internacionales en sus comunidades. Algunos se dieron cuenta de que necesitaban bautizarse, y otros empezaron a estudiar las Escrituras con los no creyentes al terminar el campamento.

¿Y qué ha pasado con los estudiantes que no estaban del todo seguros de estudiar la Biblia durante seis horas diarias? Un obrero de Kyiv nos comparte lo siguiente:

“Al final del campamento, no podían contener sus emociones al darse cuenta de todo lo que habían aprendido del evangelio de Marcos. El misterio del Reino de Dios, la parábola del sembrador, la autoridad y el poder de Jesús, los discípulos. Los estudiantes enumeraron las historias y las lecciones que habían aprendido. Varios estudiantes decidieron seguir leyendo el resto del evangelio de Marcos después del campamento. Nos gozamos al ver que la Palabra de Dios transforma y cautiva a los estudiantes».

Alaba a Dios con nosotros por el poder de su Palabra y su influencia en los estudiantes de todo el mundo.

  • Ora para que los estudiantes que han participado en este Campamento Marcos sigan incorporando las Escrituras en sus vidas diarias.
  • Ora para que compartan lo que han aprendido con sus amigos, tanto cristianos como no cristianos, y para que animen a otros a sumarse a ellos en el estudio de las Escrituras.
  • Agradece a Dios por la hermosa comunidad de este Campamento Marcos a nivel nacional y ora por los demás campamentos como este que se realizan en todo el mundo.

Para la Iglesia 

A menudo, los líderes del movimiento usan la visión de IFES para interceder por sus ministerios. Oran para que los estudiantes sean transformados por el evangelio, se reúnan en comunidades de discípulos e impacten a la universidad, la sociedad y la iglesia para Cristo. Sin embargo, en un lugar sensible de Eurasia, impactar a la iglesia parecía imposible: las iglesias locales protegen con particular dedicación a sus jóvenes, hasta el punto de no permitirles estudiar la Biblia con un obrero que no sea miembro de su iglesia. Lee el testimonio de una becaria que rompió con esta barrera, escrito por Paul, secretario general: 

“Cuando una nueva becaria se mudó a nuestra ciudad para unirse al equipo, el pastor de su iglesia le había recomendado una comunidad en concreto. Habíamos estado orando para que Dios abriese una puerta en esa iglesia pero todavía no habíamos conseguido establecer un vínculo significativo. Cuando Sasha decidió que quería quedarse a vivir aquí, concertamos una cita con el pastor para explicarle nuestro ministerio. Hablamos largo y tendido acerca de la relación entre una organización intereclesial y la iglesia local, así como de lo que le preocupaba, pero al final llegamos a un cierto entendimiento y surgió la oportunidad de trabajar con algunos de sus jóvenes de manera limitada. Esto fue muy útil, pues es el pastor sénior más influyente de nuestra ciudad. Así que Sasha empezó a asistir regularmente a la iglesia y se convirtió en un miembro apreciado. 

Un día, muchos meses más tarde, el pastor le preguntó a su joven hija qué pasaje bíblico estaba leyendo. Ella, aunque lo acababa de leer, no podía recordar nada; era como si las palabras no tuvieran ningún impacto. Como todo buen padre, el pastor se quedó preocupado. Después de preguntar a varias personas de su iglesia, se dio cuenta de que muchas de ellas leían la Biblia pero no la entendían. Él y su mujer empezaron a investigar el problema. Gracias a las búsquedas en Internet, descubrieron un método llamado Estudio inductivo de la Biblia, que ayuda a los lectores a implicarse con el texto y recordarlo. Durante la siguiente reunión de líderes de la iglesia, preguntó si alguien conocía el método Estudio inductivo de la Biblia.  

Sasha, nuestra obrera, explicó que este método era la base de nuestra evangelización y discipulado. El pastor la invitó a dar un curso de formación semanal para todos los líderes de la iglesia partiendo de Timoteo 2, con el objetivo de que los grupos pequeños trabajasen basándose en el Estudio inductivo de la Biblia. Ahora, está volviendo a dar el curso para aquellos que no asistieron la primera vez y algunos grupos pequeños están usando este método para sus reuniones.  

A partir de entonces, tanto el pastor como otros miembros de la iglesia se han unido sin reservas a una formación sobre predicación expositiva, dirigida a obreros y estudiantes de nuestra región, junto con Langham Partnership, ¡El Señor ha respondido a nuestras oraciones y ha abierto una puerta para que Sasha impacte a la iglesia para la gloria de Cristo!”. 

IFES anhela ser una bendición tanto para los estudiantes como para las iglesias en las que están involucrados. Alaba a Dios por la forma en que ha usado a Sasha para guiar a otros hacia un estudio más profundo de las Escrituras. Ora con nosotros esta semana:  

  • Ora para que movimientos como este encuentren formas de fomentar la confianza de las iglesias para que puedan colaborar juntos a fin de alcanzar a los estudiantes.  
  • Ora para que surjan y se animen más obreros como Sasha, que estén dispuestos a desarrollar vínculos duraderos.  
  • Ora para que los obreros y estudiantes de IFES sigan aprovechando su influencia a fin de bendecir a la Iglesia y a la universidad.  

Una simple tarea

Se trataba de una simple parada rutinaria en su lista de quehaceres para ese día. Cuando Hanna entró a la oficina de correos, no sabía a qué conduciría esa simple tarea.  

En Ucrania, todo el mundo sabe que Kiev es un lugar de destino académico para los estudiantes internacionales. Por ello, Hanna no se sorprendió cuando vio a dos estudiantes indios haciendo cola en aquella abarrotada oficina. Les saludó y, enseguida, los tres empezaron a conversar como si fueran amigos. Hanna los invitó a una noche de cine en inglés en su casa y ellos aceptaron. Posteriormente, los estudiantes empezaron a asistir con regularidad a los eventos sociales y a las reuniones de CCX Ucrania. El grupo empezó a crecer. Una noche, uno de los estudiantes apareció con unos amigos suyos y, cuando un estudiante de CCX finalmente los invitó a la iglesia, ellos accedieron.  

En esto se centra la campaña evangelística con los estudiantes internacionales en Ucrania y en todas partes: que los estudiantes entiendan la necesidad y el llamado a amar al extranjero.  

Kharkiv es otra ciudad con muchos estudiantes internacionales. El equipo de esta ciudad está llevando a cabo unos cursos flexibles de ruso muy populares entre los estudiantes procedentes de países tradicionalmente musulmanes, como Turquía, Argelia, Marruecos, Siria, Egipto y otros países africanos. Estas reuniones son oportunidades para invitar a estudiantes a los estudios bíblicos tanto internacionales como ucranianos. Después de estudiar la historia de Abraham, el equipo se ha dado cuenta de que otras culturas abordan los pasajes bíblicos de formas diferentes, especialmente las que tienen un trasfondo musulmán. La esperanza es que, con la ayuda de Dios, los estudiantes de Ucrania puedan plantar semillas de verdad en los corazones de los estudiantes internacionales.  

Esta semana, ora con nosotros por la campaña evangelística con los estudiantes internacionales en Ucrania.  

  • Ora por más encuentros cotidianos con los estudiantes internacionales. Ora para que los estudiantes de CCX no desaprovechen la ocasión de invitarlos a los eventos.  
  • Ora para que los estudiantes de CCX entablen amistades sinceras con estudiantes extranjeros y entiendan la importancia de compartir la vida con ellos.  
  • Ora por los estudiantes que están siendo alcanzados, para que continúen haciendo preguntas sobre la fe.

Prójimos en conflicto

Los estudiantes de Armenia y Azerbaiyán se enfrentan a una guerra desgarradora unos contra otros. Durante casi treinta años, las tensiones étnicas se han acelerado acerca de una disputa territorial. Ha dejado a ambos países con miles de bajas militares, muchas ellas de estudiantes universitarios. Mientras se llama a los estudiantes a la guerra, los cristianos de ambos bandos oran por paz. 

No existe ninguna solución sencilla. Los estudiantes de ambos países se sienten atrapados entre el amor por su patria y el mandato de Dios de amar a sus enemigos. Con todo, sus gobiernos les siguen pidiendo que peleen. Durante los años anteriores, los corazones se empezaban a enternecer en ambos lados. Ahora los líderes temen que el progreso hacia la reconciliación quede en nada. Pero ambos bandos están esforzándose al máximo por gestionar sus profundas heridas. 

Es difícil para los extranjeros saber cómo mostrar su apoyo. Sergei, secretario regional de Eurasia, explica que es importante no tomar posiciones, sino más bien escuchar con empatía a ambos lados. 

«Debemos evitar racionalizar por qué ha ocurrido la situación. No queremos ser como los amigos de Job. Por el contrario, oramos por ambos países. Y aprendemos a hacer pequeñas cosas como preguntar: ‘¿Cómo estas hoy? ¿Qué te ocurre?’, y ofrecer toda nuestra atención». 

Esta semana, intercedamos por nuestros hermanos y hermanas en Armenia y Azerbaiyán. Únete a nosotros y oremos por las siguientes peticiones: 

  • Los estudiantes y líderes se apresuran a ayudar a quienes no tienen comida ni refugio, y no les queda tiempo para lidiar con su propio trauma y dolor. Ora por la sanidad de sus mentes y corazones. 
  • Ora para que Dios dé sabiduría a los creyentes llamados a luchar en el frente. Pídele a Dios que los ayude a encontrar un camino de testimonio fiel en medio de lealtades en tenso conflicto.  
  • La semana pasada, el movimiento armenio recibió la noticia de que habían matado a uno de sus líderes estudiantiles que trabajaba como médico. Ora por ellos y su dolor. Ora también por aquellos que han perdido a sus seres queridos en ambos países. 
  • Ora para que los políticos encuentren una forma de establecer la paz. 

Porque es mi hermano

Esto no era lo que Arjun* tenía en mente cuando soñaba con ser médico. Dio un traspié hacia atrás mientras el hombre avanzaba. Le gritaba palabras de odio. «¡Vuélvete a tu país!». Su mirada era de odio. Arjun detectó de reojo que alguien se acercaba y observaba a su grupo de seis estudiantes. Su amigo gritó. ¡El hombre lo había golpeado! Vio que se acercaban más hombres. Venían de todas partes. Eran veinte. Se acercaban con los puños en alto, y Arjun supo que la cosa no acabaría bien. Alzó la vista justo antes de recibir el primer puñetazo y vio a un policía recostado sobre una pared, observando en silencio. 

Arjun recordó su pequeña bata blanca. De pequeño, le encantaba disfrazarse de médico. Sus padres se sintieron orgullosísimos cuando les contó que quería estudiar Medicina. Cuando supo que podía asistir a una escuela de Medicina de Asia Central por un bajo precio en comparación con la India, tomó la decisión. El encargado de admisiones le doró la píldora. La ciudad sería moderna y emocionante. Todos hablarían inglés. Los seis años en el extranjero pasarían volando.  

Pero mentía. Arjun se dio cuenta enseguida de que la situación no sería tan perfecta como pensaba. En el aeropuerto, el coordinador de estudiantes obligó a Arjun y a su amigo Veer* a entregar sus diplomas. Ellos y los otros estudiantes indios fueron apiñados dentro de un taxi y enviados a su destino de estudio, a once horas de recorrido. Estaban hambrientos y nerviosos y no podían comunicarse con el conductor, que solo hablaba el idioma local. Pero esa era la menor de sus preocupaciones. Pronto se dieron cuenta de que, como indios, se enfrentaban a la dura discriminación de los autóctonos.  

Se les advirtió que no se salieran a la calle después de las cinco, ya que un encuentro menor con las personas equivocadas podría volverse peligroso enseguida. A sus amigos les robaron las carteras y mochilas a plena luz del día. Sus básicos conocimientos del idioma local los dejaban indefensos. Pero había una palabra que entendían muy bien: «negro». Cuando caminaban por los mercados, los niños les gritaban esa palabra mientras sus padres los señalaban con el dedo. 

La discriminación también se daba en el campus. Tras su primer examen, Arjun y Veer se unieron a una larga fila para esperar los resultados. Pasada una hora, habían llamado a sus 200 compañeros, pero ellos dos seguían a la espera. Empezaron a entrar en pánico. «¿Y nuestros exámenes?». La puerta se abrió y salió el responsable de su grupo.  

El profesor quiere saber cuándo le pagarán”.  

Arjun y Veer no lo sabían, pero los profesores solían retener las notas de los estudiantes hasta que les pagaran un soborno. Los estudiantes indios pagaban un plus. Sus compañeros locales pagaban el equivalente a 15 USD para obtener una buena nota, pero a Arjun y Veer los obligaban a pagar unos 200 o 300. Pero a veces ni siquiera les permitían hacer el examen. Mientras el resto de los estudiantes esperaban para entrar al aula de evaluación, algunos profesores esgrimían excusas baratas para echarlos. Una vez negaron la entrada a Veer por vestir una sudadera. En otra ocasión expulsaron a Arjun por llevar barba. 

A pesar de sus esfuerzos por entender al pueblo local, Arjun y Veer siempre chocaban con su trato. Desesperanzados, se veían ante seis años sin ningún aliado a su alrededor. Incapaces de encontrar alivio del estrés de sus cursos y los peligros de la ciudad, los estudiantes se sentían sin hogar a nivel emocional. Y así siguieron hasta que su compañero de clase indio, Sai*, conoció a una compañera local llamada Adel*. 

Adel nunca había conocido a ningún indio. Pero, al hablar con Sai después de clase, se dio cuenta de que este necesitaba a un amigo. Ella lo invitó a su grupo de IFES, y Sai invitó a Arjun y Veer. En cuestión de semanas, otros 15 estudiantes indios asistían con regularidad. Allí, los estudiantes conocieron a Omar* y Elina*, el personal local de IFES, que los acogieron en sus vidas. Por fin tenían amigos locales.  

Omar y Elina fueron las primeras personas a las que Arjun y Veer llamaron tras ser golpeados en la calle camino a casa después de clase. Los dos obreros los llevaron enseguida a la comisaría, donde los policías aconsejaron a los estudiantes que no interpusieran ninguna denuncia. Con todo, Arjun y Veer se sintieron reconfortados por tener a alguien a quien llamar. Estas relaciones cambiaron por completo su experiencia. Adel les ofreció ayuda para cualquier cosa que necesitaran. Los acompañaba a los mercados y regateaba los precios del alquiler con los propietarios. Tan solo con su presencia, cambiaba drásticamente la forma en que los lugareños reaccionaban ante los estudiantes indios. 

Pero otros no entendían por qué Omar, Elina y Adel se preocupaban por los extranjeros. Cuando Adel caminaba con ellos, la gente se le acercaba para preguntarle si estos indios la estaban molestando. A veces incluso la desafiaban. Una vez acompañó a Veer a una clínica para asegurarse de que no le cobraban un precio desmedido. Cuando se negó a abonar el pago desorbitado que pedían, el médico se enfadó. Le preguntó por qué se esforzaba tanto por defender a un extranjero. La respuesta de Adel fue tan sencilla como rotunda:  

“Es mi hermano», contestó. “Y a la familia se la protege.”  

Y es cierto: Arjun, Veer y otros estudiantes indios encontraron a una auténtica familia en el movimiento de IFES de Asia Central. Adorar y estudiar la Biblia con Omar, Elina y Adel los ayudó a soportar los momentos más oscuros de sus estudios. Estos amigos eran sus aliados en una cultura que los rechazaba. Arjun describe a sus amigos cristianos locales como personas íntegras.  

“Siempre defendieron las cosas justas”, comenta. “Siempre nos respaldaron”. 

En muchos lugares, los extranjeros (estudiantes internacionales, refugiados e inmigrantes) sufren discriminaciones flagrantes en sus nuevas sociedades. Los cristianos como Omar, Elina y Adel aprovechan la oportunidad de acoger a estas personas y exigir justicia en su nombre. Aunque eso les cueste su reputación social. Sus acciones honran el mandamiento de Dios de tratar al extranjero «como a un natural de vosotros» (Levítico 19:33-34) y dar testimonio del amor divino para todos los pueblos y naciones.  

¿Cómo puedes brindar tu apoyo a los extranjeros de tu alrededor? ¿Qué puedes hacer para exigir justicia en su nombre? 

 
*No es su nombre real. 

Hackers cristianos resuelven problemas

¿Qué pasa cuando unes a desarrolladores de software cristianos de todo el mundo? Creas una colaboración masiva de solucionadores de problemas. Bienvenido a #HACK 2020. Es un congreso de tecnología que desafía las fronteras, restricciones geográficas, la persecución y el aislamiento. Genera productos innovadores para la sociedad y lleva el evangelio a los no alcanzados. #HACK comenzó en Urbana 2015 con dos cristianos que trabajan para la NASA. Desde entonces, se ha convertido en un evento anual masivo en todo el planeta.  

Cada año, #HACK reúne a programadores, desarrolladores y especialistas en tecnologías informáticas para entablar una colaboración intensiva. El Internet posibilita que los grupos de encuentren tanto a nivel local como transnacional. La creatividad es su combustible. Los colaboradores buscan formas innovadores de superar desafíos locales e internacionales. Cada proyecto pretende solucionar un problema de la sociedad o ampliar el alcance del evangelio.  

Durante los últimos años, los estudiantes de CSC Moldavia han formado parte activa de #HACK. Han trabajado con creatividad para desarrollar aplicaciones y plataformas que luchen contra el ciberacoso y propulsen la propagación del evangelio. Más recientemente, han desarrollado un sistema de gestión de biblioteca y una aplicación de reproducción de música para ayudar a los estudiantes con depresión.  

Vasile Stan es un estudiante de CSC que lleva varios años participando. Ha sido el impulsor principal de #HACK en Moldavia y espera comenzar el evento en Rumanía el año que viene. A Vasile le apasiona involucrar a los estudiantes. Él nos dice: 

«Me encanta ver que este año participarán más estudiantes online. Esto los desafiará a interactuar y colaborar en los proyectos. Espero que después del evento tengamos herramientas útiles y accesibles para que la comunidad expanda la Palabra».  

Muchos otro estudiantes de IFES de todo el mundo también participarán. Esta semana, ora por los que están involucrados en #HACK, que se celebrará el mes que viene.  

  • Ora para que los estudiantes tengan energía creativa para ofrecer soluciones innovadoras.  
  • Ora para que sus esfuerzos avancen el evangelio en áreas de difícil alcance.  
  • Ora para que las plataformas, webs y aplicaciones que se creen para resolver problemas impulsen a los no cristianos a aprender más sobre el evangelio.  

¿Quieres unirte a #HACK 2020? Para saber más, leer el siguiente blog. 

Una nación en tumultos

Mientras los compañeros del resto del mundo aprovechan septiembre para comprar libros y revisar los horarios del curso, los estudiantes de Bielorrusia se manifiestan. El 1 de septiembre, los estudiantes universitarios de Minsk se saltaron el primer día de clase para manifestarse debido a las recientes elecciones. Muchos fueron golpeados y detenidos.  

Actualmente, todo el país se halla en tumultos, ya que los partidos de la oposición reclaman un nuevo presidente. Además de la crispación política, el coronavirus ha causado estragos en la nación con un alto número de casos. Muchos bielorrusos se sienten desesperados con el estado de su país.  

Además de la inestabilidad, los cristianos también son víctimas de persecución por su fe. Se detiene a pastores y miembros de iglesias para interrogarlos. Con todo, muchos cristianos consideran que el conflicto político es una ocasión para compartir su esperanza en Jesús. ¿Orarás por los cristianos de Bielorrusia esta semana?  

  • Ora para que los estudiantes cristianos tengan coraje y paz para compartir el evangelio en estos tiempos confusos.  
  • Ora por los cristianos detenidos por la fe. Ora para que sus familias se fortalezcan.  
  • Ora por paz para Bielorrusia.  

La provisión inesperada de Dios

Ann* bajó el teléfono y se quedó mirando la pared. Las palabras de su madre resonaban en sus oídos. «Lo siento… No me llega el dinero. No puedo ayudarte con el alquiler». Ann sabía que iban justas de dinero. Su padre había dejado la familia hacía poco. La lucha emocional y financiera era demasiado para su madre. Las horas de ministerio de Ann se habían reducido debido a la falta de donaciones en Eurasia, así que no sabía cómo encontraría provisión. Al sopesar su futuro, se sentía preocupada y su mente se dirigía a lugares oscuros. Sin embargo, en lugar de estancarse en esos pensamientos, decidió alzar la cabeza y orar.

Por desgracia, la falta de ingresos la obligaron a mudarse a una ubicación más asequible. Durante dos meses, vivió en la oficina estudiantil hasta que pudo alquilar una habitación pequeña. A duras penas le llegaba para la comida. En una noche de soledad, clamó a Dios pidiéndole provisión. Se sentó y oró, y escuchó la promesa firme de Dios de que viviría feliz «bajo el amparo del Omnipotente».

Por la mañana, recibió una llamada de un conocido informándole de que le acababa de transferir dinero para pagar el alquiler. En cuanto colgó, alguien llamó a la puerta. Una amiga la visitaba con comida extra para todo el mes. Cuando le dio las gracias, el teléfono volvió a sonar. Esta vez, otro amigo se ofreció a llevarle más comida. Ann cayó de rodillas y adoró a Dios con gozo por su provisión.

Los obreros de Eurasia, como Ann, están lidiando con la falta de financiación y los destructivos efectos de la COVID-19 en el ministerio, pero están aprendiendo a entregar sus preocupaciones a Dios. Esta semana, oremos por el personal de Eurasia y gocémonos, estemos donde estemos, por vivir «bajo el amparo del Omnipotente».

  • Ora por la provisión de los obreros como Ann, que han perdido parte de su financiación debido a la falta de donaciones.
  • En culturas tan relacionales como Eurasia, al personal le resulta difícil seguir con las reuniones online. Ora para que el ministerio estudiantil siga adelante a pesar de este desafío.
  • Ora por los países de Eurasia que están reabriendo sus economías, y donde también está aumentando el interés por el islam.

*No es su nombre real.

"Familia o Dios: escoge."

Miraz*, un estudiante de Eurasia, tenía casi todo lo que podía desear un joven. Era brillante. Tenía un trabajo a tiempo parcial bien remunerado. Era un atleta exitoso. Sin embargo, por dentro, la historia era muy diferente. A pesar de sus múltiples logros, Miraz se sentía desolado. Quería que se terminase su vida. 

Entonces Dios intervino de una forma extraordinaria. Miraz nos relata su historia: 

«No estaba buscando a Dios… Él me encontró a mí en el momento más difícil de mi vida. 

Estaba paseando por mi universidad un día y vi a un estudiante repartiendo folletos. Nunca jamás me hubiera acercado a alguien que estaba repartiendo folletos, especialmente a las puertas de una universidad. No puedo explicar el porqué, pero ese día me acerqué a ella. Parecía brillar. Tomé el folleto y era para un evento organizado por el movimiento de IFES en mi país. 

Me senté en el campus con el folleto, y pensé durante mucho tiempo si debía ir o no. El otro pensamiento que me rondaba era cómo acabar con mi vida para terminar con mi sufrimiento. Estaba cansado de vivir. No podía vivir más. 

Pero fui. Y fue increíble. Dios estaba trabajando en ese sitio.  

¡Si solo hubiera sabido lo mucho que me ama Dios!» 

En esa primera reunión, el mensaje que impactó a Miraz fue ‘la verdad te hará libre’. Se descargó la Biblia en su teléfono y empezó a leer el Evangelio según Juan… 

«Poco después, tomé la decisión: Quería conocer a Dios, conocer a Jesús. Quería crecer en Él. Desde ese momento, Dios empezó a cambiar todo en mi vida. Sin embargo, cuando compartí mi decisión con mis amigos, me rechazaron. Un día, cuando regresé del estudio Bíblico, mi padre que es musulmán, estaba sentado esperándome. Habían notado un cambio en mí y empezaron a sospechar que algo no iba bien. Me preguntó: ‘¿Dónde has estado?’ Le dije que había estado con amigos. ‘¿Dónde estabas? ¿Qué hiciste?’ 

Intenté usar toda la sabiduría que Dios me había dado y sabía que no podía mentir. ‘Padre, he estado en la iglesia. Fui a un estudio bíblico.’ 

Mis padres descubrieron la verdad 

Fue un shock para ellos: ‘No pensábamos que te convertirías en eso, no pensábamos que serías uno de ellos. No necesitamos un hijo así.’  

¿Qué debía hacer? Mi padre me dijo: ‘Familia o Dios: escoge.’ Por lo que empecé a recoger mis pertenencias. Fue un tiempo muy difícil. Estaba llorando. De acuerdo, Dios, oré, hágase tu voluntad. Mis padres me pidieron que renunciara a mi fe, pero no podía. ¿Cómo iba a rechazar a quién me había salvado? Esto marcó el principio de una largo período de oposición. Muchas lágrimas, muchos gritos. Me hicieron irme a la mezquita para reunirme con un líder musulmán que me intentó persuadirme de que volviera atrás en mi decisión. Siempre sentí que Dios estaba a mi lado diciendo: ‘No temas, solo cree’.»  

Pérdidas y ganancias 

«Aunque todo el mundo me abandonó, comprendí lo mucho que me ama Dios porque su Palabra está activa. Estaba activa en mi vida. Sabia que, aunque nada cambiase, tenía que mantenerme firme y sobreponerme a estas dificultades. En medio de todo esto, sabía en mi corazón que Dios me había salvado. 

Ahora el tiempo ha pasado y tengo una nueva familia. No me falta nada en este mundo. No necesito nada, tan solo necesito a Dios. Le doy gracias a Dios por la iglesia aquí y por el ministerio estudiantil por el que llegué a Él. Le doy gracias a Dios porque ellos no tuvieron miedo a compartir conmigo, aunque esto les pudiera haber causado problemas. Dios está vivo.» 

*No es su nombre real.