La historia de Alimata

Me llamo Alimata*. Estudio en Burkina Faso. Vengo de familia musulmana, pero me convertí al cristianismo poco antes de empezar la universidad.

Mi familia lo desaprobó, me insultó y me privó de dinero. Pero el amor de Dios era fuerte, así que me mantuve en mi decisión. Cuando fui a la universidad, me uní al grupo local de UGBB. Me mostraron gran amor y me sentía feliz en todas las reuniones. Ahora he empezado a compartir el evangelio en el campus y en mi barrio.

He encontrado paz, gozo y salud con Jesús a mi lado, y mi comportamiento cambia positivamente. Que mi testimonio sirva de aliento para los que oran por la salvación de los musulmanes. El Señor continúa ganándoselos para sí.

¿Te unirás a nosotros esta semana para orar por Alimata y los estudiantes de Burkina Faso?

  • Demos gracias a Dios por Alimata y al menos 1000 otros estudiantes que han decidido seguir a Jesús desde al año pasado. Ora para que crezcan en el Señor.
  • UGBB, el movimiento de IFES en Burkina Faso, desarrolla actualmente la obra pionera de varios grupos, apoyados por la iniciativa Abriendo nuevos caminos. Ora para que estos grupos duren y sean efectivos para alcanzar a muchos.
  • Ora para que terminen los ataques repetidos a civiles en Burkina Faso (y en las iglesias en particular) y los cierres de centros educativos.

*No es su nombre real.

Otro sonido en África – el sueño de Johnny se convierte en realidad

Johnny creció en la República Democrática del Congo, pero se mudó al norte de África para estudiar en la universidad. Una tarde, asistió a un evento para músicos organizado por el movimiento local de IFES y sintió que Dios le hablaba. Durante la cena, le surgieron tres preguntas.

  • ¿Por qué los sonidos de África a menudo son ruidos de armas?
  • Como estudiante de Arquitectura, ¿qué otros sonidos puedo aportar?
  • ¿Qué papel juega la educación en el desarrollo de África?

Esa tarde, nació un sueño en su corazón: ver a la sociedad congoleña transformada mediante la educación, que en África se oigan otros sonidos.

20 años más tarde, Johnny abrió una nueva universidad en la RDC. Another Sound of Africa University (ASAf). Se encuentra en la zona occidental poco desarrollada del país. Su programa incluye formación cristiana, así como investigación y proyectos prácticos en el pueblo de los alrededores. Johnny cree que los estudiantes no deberían esperar a graduarse para comenzar a transformar la sociedad, sino que deberían empezar desde el primer día en las clases.

Oremos por Johnny y el trabajo de la ASAf:

  • Demos gracias a Dios por la visión de Johnny, su duro trabajo y su valentía para iniciar la ASAf. Demos gracias a Dios por los estudiantes universitarios que ya estudian en la ASAf.
  • Ora por el nuevo grupo de GBU (el movimiento de IFES en la RDC), ora para que vivan en santidad y tengan pasión para que sus amigos conozcan a Jesús.
  • Ora para que, a través de la ASAf, se levanten muchos estudiantes con visión, habilidades y un carácter maduro en la fe para transformar a la sociedad. Los desafíos actuales son el Ébola, la inestabilidad política y la violencia.

¡Gracias por orar con nosotros!

Johnny formó parte del seminario de académicos de Conectar con la Universidad de IFES en la Asamblea Mundial del 2019. La reunión tuvo como objetivo desarrollar un sentido de visión compartida entre los académicos africanos, que creen que su fe no debe separarse de sus conferencias o investigaciones.

Cómo empezó la obra estudiantil en Senegal

Julio de 1964. 

Denyse Perret subió al barco junto con su bebé de 10 meses y todas sus pertenencias empaquetadas en barriles. La joven madre francesa estaba embarazada y se encontraba en la ciudad de Dakar, en Senegal. Allí se encontraría con su marido Louis. Había pasado las últimas diez semanas explorando las oportunidades del ministerio estudiantil en África Occidental. Pero Dakar sería ahora su hogar. Su misión era impulsar el ministerio estudiantil. 

Dakar era la única ciudad universitaria francófona de África en aquel entonces. Denyse y Louis no tenía contactos estudiantiles al principio. Su punto de inicio fue la cafetería de la Universidad de Fann, donde se reunían con los estudiantes y los invitaban a su casa. Fue un proceso lento. En un ambiente predominantemente musulmán, los estudiantes cristianos se mostraban cautelosos a la hora de involucrarse en la evangelización. Pero durante los 12 meses siguientes, se formó un movimiento estudiantil evangélico. Las organizaciones estudiantiles eran ilegales, pero el grupo oró y mostró valentía para pedir permiso de registro al gobierno musulmán. GBU se convirtió en el único grupo estudiantil oficialmente reconocido del país. 

En Senegal, hoy en día el cristianismo evangélico crece, pero sigue siendo una pequeña minoría del 0,17 %. Hay alrededor de 300 estudiantes involucrados activamente en GBU Senegal que comparten el evangelio e intentan iniciar nuevos grupos. 

Conoce a Tabitha, una estudiante que vive para Jesús en Benín

 La vida universitaria es muy diferente para los estudiantes de IFES de alrededor del mundo. Le pedimos a Tabitha, estudiante de Benín, que nos contara su experiencia en la universidad. Sigue leyendo pero descubrir su rutina diaria, los desafíos que enfrenta su grupo de comunidad y cómo Dios ha respondido las oraciones. 

Cuéntanos un poco sobre ti y tu familia. 

Me llamo Tabitha. El Señor me ha dado la gracia de haber soplado veintidós velas. Soy la más pequeña de la familia, con cinco hermanas y un hermano. Mis padres son comerciantes. La mayoría de gente de Benín es musulmana, pero mi familia sigue a Jesús. 

¿Cómo es la vida diaria de alguien como tú? 

Mis días suelen empezar a las 6:30 en oración y meditación. A veces mi devocional matutino es poco profundo a causa de la intensidad de los estudios y el cansancio del día anterior, pero paso tiempo con Dios más tarde. 

Vivo a 20 minutos a pie del campus. Ahora mismo hace mucho calor. ¡Más de 40°! 

Estoy a punto de acabar la universidad. Estudio estadística aplicada. Hay unos 20 estudiantes en mi clase. Tenemos clase de 8:00 a 18:00 de lunes a sábado. Tenemos dos horas libres para comer (akassa o arroz con cacahuetes o salsa de tomate, y queso o pescado) y echar una siesta. Por la tarde me gusta escuchar música gospel, cocinar la cena (lo que más me gusta son los ñames fritos), revisar las asignaturas del próximo día y charlar con amigos. 

Comparte algo de la Biblia que hayas leído recientemente. 

Hace poco leí Marcos 13:27-37, y me tocó mucho.     

«Mirad, velad y orad; porque no sabéis cuándo será el tiempo.» (v. 33). 

Me llamó mucho la atención. Debo velar y orar. Velar implica no distraerse, sino fijar los ojos en el reino de los cielos y examinarlo todo con la luz de la Palabra de Dios. Le pedí a Dios que me ayudara a estar atenta a todo lo que pasara a mi alrededor y no distraerme con las cosas que me alejan de mi objetivo final. Oré para que me ayudara a aferrarme a la Palabra y orar siempre. 

¿Cómo te convertiste? 

Desde niña sabía quién era Jesús y que murió en una cruz por mí, pero no le había dejado que tomara el control de mi vida. De adolescente, comencé a cambiar. Jesús me dio un nuevo corazón y me transformó del todo. Dejé de robar, rebelarme contra mis padres, mentir y cotillear. Desde entonces, comencé a esforzarme por entender la Biblia y orar. 

Cuéntanos sobre tu comunidad de GBU. 

Quedamos los viernes después de clase. Vamos ahí para crecer en nuestra relación con Dios y compartir a Cristo con nuestros amigos.  

La amenaza actual es que el gobierno quiere prohibir la actividad religiosa en el campus. Solemos quedar fuera, pero incluso entonces hay días en que nos amenazan. No tengo miedo, porque Dios es Dios de imposibles. Ya hemos comenzado a orar por el gobierno y sus planes, y sabemos que Dios actuará. 

¿Qué te preocupa? 

A veces acabar la universidad y entrar en el mercado laboral. También me preocupo cuando las clases son demasiado densas y tengo muchas cosas por hacer. Pero el Señor me da la capacidad de hacer todo lo necesario en el tiempo apropiado. 

¿Cómo has visto a Dios responder a oraciones? 

El año pasado, tuvimos una semana de misiones en mi universidad y enfrentamos muchas dificultades para celebrar las actividades. Nos denegaron las solicitudes. Pero oramos. Si no hubiera sido por la mano de Dios, no habríamos podido hacer nada. Su intervención milagrosa durante la semana de evangelización estudiantil me aumentó la fe en su capacidad para hacer las cosas en el momento oportuno. 

Si te gustaría orar por estudiantes de todo el mundo como Tabitha, regístrate en los correos semanales de Prayerline de IFES para leer las historias más recientes y motivos de oración. 

Queremos ganar a toda la universidad

Bia es una estudiante de Gabón, África Central Cerca del 75 % de la población se considera cristiana. Con todo, se cree que muchos son cristianos nominales que no conocen al Dios que profesan. Únete a nosotros en oración por Bia y GBG, el movimiento de IFES del país, en su búsqueda por dar a conocer a Jesús en los campus. 

“Celebramos las reuniones en el vestíbulo de la universidad. Muchos estudiantes pasan por ahí. Algunos nos observan y muestran interés. Un día, sin que lo esperáramos, un hombre expresó que necesitaba recibir a Cristo en su vida. Oramos por él y le regalamos una Biblia unos días más tarde. Hoy seguimos viéndolo en el campus y lo animamos.

Ora por el crecimiento de nuestras células. Queremos ganar a nuestros amigos y compañeros para Cristo mediante su Palabra, nuestro estilo de vida y el amor. ¡Queremos ganar a toda la universidad para la gloria de Dios! Ora para que cada uno de nosotros proclame el evangelio de Jesús con poder y confianza”. 

¡Gracias por orar con nosotros!

Arriesgarlo todo para iniciar una nueva comunidad cristiana

En algunos países de la África francófona, hablar con los estudiantes sobre Jesús implica arriesgar tu vida y la suya. Moussa*, un graduado de Burkina Faso, sintió el llamado a mudarse a uno de esos países en 2016. El extremismo religioso lo convierte en un lugar muy peligroso. Se ha asesinado a representantes estatales y gobernantes municipales. Se ha tomado a trabajadores humanitarios como rehenes. Han matado policías. Cruzar el país para alcanzar a estudiantes de zonas más remotas es cada vez más complicado debido a la prohibición de las motocicletas como medida antiterrorista. 

En un ambiente tan hostil, merece aún más honra que los estudiantes se arriesguen a compartir de Jesús con otros. Moussa organizó hace poco una formación evangelística para líderes estudiantiles. Uno de ellos, Jean-Marc*, se comprometió a iniciar un nuevo grupo en una escuela secundaria a unos 30 km. A pesar de la prohibición de las motocicletas, Jean-Marc fue a negociar con las autoridades locales para obtener un permiso para emprender un viaje en motocicleta con otro miembro del equipo. Por la gracia de Dios, se lo concedieron. A día de hoy, existe un grupo bíblico en esa escuela. 

Moussa nos pidió que oráramos por ese pequeño movimiento: 

  • Demos gracias a Dios por Jean-Marc y el nuevo grupo bíblico que ha iniciado en la escuela. Ora para que los miembro de este grupo sean valiente para compartir el evangelio. 
  • Ora por Moussa y el resto de estudiantes, para que sigan recordando la soberanía y el poder de Dios en la oscuridad. Ora para que más trabajadores puedan ir a lugares peligrosos como estos en la África francófona. 
  • Ora para que vuelva la paz al país. 

*No es su nombre real. 

¡Gracias por orar con nosotros! *No es su nombre real. 

Cuando Samba conoció al hombre llamado Jesús

Jesús: el nombre le sonaba familiar. Samba* recordaba a un grupo de cristianos que venían a su pueblo de Mali a hablar sobre un hombre llamado Jesús. Contaban sus milagros. Decían que volvería. Samba era un niño en aquel entonces. Quería saber más sobre ese Jesús, pero su padre le dijo que se olvidara de ello. 

Una semilla de decepción 

Pero Samba creció y se dio cuenta de que no podía dejar de pensar en ello. Ni en la religión en general. Cada vez tenía más preguntas sobre el islam. «Hijo, tú eres musulmán. No debes abandonar la religión de tu padre», le contestó su padre. A Samba le preocupaba especialmente la muerte y lo que pasaría luego. Sus padres no podían garantizarle nada. ¿Habría hecho suficiente para entrar al cielo? No podían saberlo a ciencia cierta. Esa semilla de decepción se plantó en su corazón. 

Conociendo a Daniel 

En 2013, Samba conoció a Daniel*. Era compañeros de clase y pronto se hicieron mejores amigos. Daniel era cristiano. Había algo en su vida que impresionaba a Samba: su comportamiento, sus actitudes… A veces debatían sobre religión. Daniel siempre le decía que podía obtener perdón y salvación si entregaba su vida a Jesús y trataba de convencerlo de que lo hiciera. Samba se negaba, porque defendía el islam y sus enseñanzas. Pero sentía mucha menos confianza de la que mostraba. Envidiaba la seguridad de la salvación de su amigo cristiano. Quería tener la misma sinceridad de fe y auténtico amor por los demás que veía en Daniel. 

Sus preguntas no cesaban. La decepción aumentaba. 

Samba recordó unos versículos bíblicos que Daniel compartió una vez con él: 

«Todos los que el Padre me da vendrán a mí; y al que a mí viene, no lo rechazo.» Juan 6:37 [NVI] 

«¿Por qué sigo practicando el islam en vano?», se preguntaba. «¿Por qué debería seguir dudando cuando podría estar seguro de mi salvación hoy mismo?». Algo lo urgía a tomar esa arriesgada decisión que le cambiaría la vida. 

El punto de inflexión 

Un día, en mayo de 2018, Samba agarró el teléfono y llamó a Daniel, que entonces trabajaba con estudiantes en un país vecino. «Estoy cansado de vivir con la duda. Quiero convertirme en cristiano. Quiero darle mi vida a Jesús.» 

Samba, estudiante de administración, ahora es parte de su grupo local de GBU. Desde que decidió seguir a Cristo, conoce la libertad y la paz:

«Antes de entregarle mi vida a Jesús, vivía con muchas preocupaciones. Pero desde entonces siento un gran gozo que me impulsa». 

Le ha contado su decisión a la familia y, por ahora, no lo persiguen. Pero no cuenta con muchos cristianos a su alrededor, así que es fácil que se sienta solo. 

Ora para que se mantenga fiel a Cristo. Ora para que los que están decepcionados con el islam, como Samba, vengan al conocimiento de Cristo.

*No es su nombre real.