Soñando juntos

En el mes de julio, los líderes de los movimientos nacionales y de IFES de todo el mundo se reunieron online para empezar a celebrar el 75º aniversario de la comunidad IFES. Durante la reunión, se les pidió a los secretarios generales de los movimientos nacionales que respondieran a esta pregunta sencilla a la par que significativa. Al reunir todas sus respuestas, se vislumbraba una imagen potente de lo que un ministerio estudiantil floreciente podría parecer en distintas situaciones en los años venideros.  

Nos pusimos en contacto con algunos de esos líderes y les pedimos que nos dijeran más acerca de por qué sueñan este sueño, pensando acerca de lo que podría significar para los estudiantes en su contexto.  

¿Podrías soñar con ellos? ¿Tienes un sueño para tu vida, la universidad y el fruto del Evangelio?  

Según nos explica Olber, la historia de El Salvador está marcada por la guerra civil violenta que transcurrió entre 1979 y 1992. Dicha guerra ha cambiado el tejido de las relaciones sociales, polarizando a la sociedad y normalizando el uso de la violencia para solucionar disputas. 

A lo largo de los últimos cuatro años, han aumentado las divisiones sociales animadas por los políticos. Desgraciadamente, la iglesia también se ha involucrado en esta escalada. Hay más contextos en los que todo el mundo tiene la misma visión y menos contextos de una diversidad real. Aquí es dónde entra el sueño de Olber para MUC: “Sueño que el ministerio estudiantil se convierta en un lugar de encuentro y de diálogo, un sitio en el que las diferencias se resuelvan bajo la cruz de Cristo en lugar de por medio de la violencia.”  

¿Cómo se puede conseguir realmente creando un espacio en el que la cruz de Cristo se imponga en las vidas reales? Los estudiantes deben amar y estudiar la Biblia, nos insiste Olber. “El Salvador es un país eminentemente cristiano, 44 % son católicos mientras que el 40,6 % son evangélicos, a pesar de los niveles de violencia, polarización, corrupción e injusticia. Ante el potente bagaje en la política y el profesorado, solo las Escrituras pueden darnos la ruta del Evangelio que se compone de justicia, paz y reconciliación. Oro para que el ministerio estudiantil muestre las señales del Reino de Dios en El Salvador y que los estudiantes sean no solo oidores de la palabra sino hacedores.” 

Inspirados por el mandamiento de Romanos 12:2 de no conformarse “a este mundo”, GHAFES empezó a buscar la renovación durante la pandemia. Preguntaron en qué quería Dios que se convirtiera GHAFES y qué podría hacer ahora y en el futuro. 

“Nos tomamos tiempo para investigar quiénes somos, qué está haciendo el Señor en otros movimientos y la dirección para el futuro de la familia global de IFES”, nos cuenta Isaac. “Pensamos en oración acerca de lo que nuestro ministerio local, regional y nacional podría convertirse en los próximos cinco años”. Este plan estratégico se encuentra en su última fase. Recordando Romanos 12:2, la oración de GHAFES es que el plan ayude a empoderar a los estudiantes para que “sean transformados mediante la renovación de su mente” por el Evangelio de Jesús. 

Los adultos más mayores suelen luchar para mantenerse al día de los cambios rápidos que se producen en la tecnología, y aún más en comprender y empatizar con lo que afrontan las generaciones más jóvenes en sus intensas vidas online. Pero los estudiantes son “nativos digitales”, nos dice Michael, y por tanto “los testigos más efectivos para su propia generación. El eslogan de ‘estudiantes alcanzando a estudiantes’ se hace muy real. Es nuestra responsabilidad en los movimientos estudiantiles preparar a la nueva generación de testigos”. 

Esta afirmación está parafraseando el eslogan misional de GBUC: Queremos ver que los estudiantes en los campus francófonos de Canadá descubren a Jesucristo, desarrollan una espiritualidad madura y se convierten en testigos llenos del Espíritu. 

“A veces sentimos que hay poco que podamos hacer”, nos dice Joël. Aunque leer la Biblia con un puñado de estudiantes puede parecer poco, puede plantar una semilla en sus corazones. Dado que GBUC trabaja con muchos estudiantes internacionales, el fruto puede aparecer en cualquier lugar del mundo. Por ejemplo, un antiguo estudiante ha construido una bomba de agua en un suburbio empobrecido de Kinshasa en la República Democrática del Congo, proporcionando miles de litros de agua fresca a las personas que antes no podían tener acceso a ella. 

“Nuestro sueño es ver que más vidas son impactadas por el Evangelio”, concluye Joël, “y que tengan también un impacto en Quebec o en cualquier otra parte del mundo.” 

Sumathy nos habla con franqueza al seguir desarrollando su sueño. “Estamos pasando por la peor crisis económica que hayamos tenido jamás, causada por la corrupción y el desprecio por los Derechos Humanos. Necesitamos un cambio en el sistema y eso es por lo que claman los manifestantes”. En términos generales, es por lo que clama el corazón humano en un mundo roto por el pecado. 

Como cristianos, somos ciudadanos de una nueva creación. Sumathy quiere que FOCUS viva como embajadores de Cristo, convirtiéndose, por tanto, en agentes de cambio de formas grandes y pequeñas. Los estudiantes de FOCUS van en viajes de exposición de “Palabra y Mundo”. Estudian la Palabra de Dios y trabajan junto a los proyectos locales, asistiendo a las comunidades marginadas y empobrecidas y llegan a comprender que tienen un papel que jugar por medio de Cristo. 

Este Secretario General trabaja en un contexto en el que resulta arriesgado que un estudiante comparta públicamente su fe en el Evangelio de Cristo. La idea tras este sueño es ver cómo aumentan los estudiantes que superan el miedo al rechazo, a la tortura o hasta la muerte, para compartir con valentía el amor de Dios con los demás estudiantes. Este líder desea ver que los estudiantes no cristianos aceptan la invitación para unirse a la familia cristiana, a pesar del coste tan alto. 

Puede que recuerdes el proyecto de Eurasia para el Día Mundial de la Generosidad, un proyecto pionero a un país sensible en el que los estudiantes dirigirían una campaña evangelística en un sitio sin movimiento estudiantil. Este viaje, nos explica Werner, es una manifestación del sueño que menciona. Bajo el lema “Serán mis Testigos”, los estudiantes de los países sensibles se sienten inspirados a ser testigos en sus centros de estudio. Es un ejemplo increíble de los estudiantes alcanzando estudiantes. “Todos los estudiantes pasarán por un tiempo intensivo que les moldeará”, nos dijo Werner. “Nuestro sueño es que haya primeros comienzos en las distintas ciudades en las que, a largo plazo, podría convertirse en el punto de partida para nuevos movimientos estudiantiles en nuevos países”. 

El sueño de Flemlyn cubre múltiples aspectos del ministerio. Nos indica el papel de la calidad de la gobernanza, el principio de darles espacio a los estudiantes para cometer errores y crecer y, por tanto, producir resiliencia con unos sistemas y una formación fuertes. “Queremos cambiar a Guyana estudiante a estudiante. Realmente son los estudiantes que alcanzan a otros estudiantes. No queremos estar en una piña santa, sino ser testigos efectivos para el mundo. Queremos que nuestros estudiantes se conviertan en personas de confianza en sus lugares de trabajo, como José (Génesis 39:2-6). Queremos que la gente vea algo distinto en ellos, aún antes de decir siquiera que son cristianos.” 

Los obreros también reciben oportunidades mediante el ministerio estudiantil, en desarrollo personal y cuidado pastoral. También son testigos a los demás en sus vidas mediante las relaciones fuertes, centrándose en la reconciliación y la paz. 

Junto a su explicación, Flemlyn comparte lo especial que fue la reunión online para ella. Estas palabras vinieron tras escuchar a todos, empaparme del ambiente al celebrar 75 años de IFES y sentir un privilegio sin parangón por formar parte de todo ello. Eso fue para mí.” 

A menudo, nos sentimos tentados a medir nuestro éxito por las cifras. Tomas, sin embargo, quiere medir la calidad del movimiento por la calidad de sus graduados. “Nuestra visión”, nos relata Tomas, “es formar graduados que puedan explicar el Evangelio con confianza y sensibilidad. Queremos que se mantengan en la vanguardia de la obra del Evangelio, dondequiera que estén.” 

¿Cómo podemos lograrlo? Es complicado no vernos envueltos en la creación de un “imperio humano” de una organización del grupo estudiantil. El movimiento es bueno, y es maravilloso cuando crece, pero es tan solo un instrumento en el Reino de Dios, no un fin en sí mismo. En distintos momentos, Él ha usado distintas iniciativas humanas para Su Gloria. El sueño de Tomas es que el movimiento estudiantil sea así, teniendo la Gloria de Jesús como su objetivo. 

Quienquiera que seas y dondequiera que vivas en este planeta, te invitamos a formar parte de la realización de estos sueños. Visita la página Involúcrate para descubrir más acerca del papel que puedes jugar en esta movimiento global de estudiantes. Independientemente de lo que ocurra en el mundo o en la comunidad de IFES, siempre podemos confiarle estos sueños “al que puede hacer muchísimo más que todo lo que podamos imaginarnos o pedir, por el poder que obra eficazmente en nosotros” (Efesios 3:20).