Sé un estudiante internacional para Jesús
Es necesario que en todo el mundo haya estudiantes internacionales que compartan el evangelio
El número de estudiantes internacionales está creciendo a pasos agigantados. Hoy en día, más de cinco millones de estudiantes están estudiando fuera de su país de origen. Los números no son lo único impresionante, sino que también lo es la variedad de países de donde proceden estos estudiantes, pues incluyen muchos países cerrados en el Medio Oriente y en Asia Central, donde hay muy pocos cristianos. Si estos estudiantes llegasen a conocer a Jesús, el impacto consiguiente en todo el mundo sería tremendo.
El día que llegué a Tokio, me sentí como un pececillo al que habían abandonado en el océano. Había oído que era un lugar grande, pero superó todas mis expectativas. Allí donde mirase había gente, coches y rascacielos, a una escala que jamás habría imaginado. Este sería mi hogar en los próximos tres años … No sabía si reír o llorar.*
Fuera de nuestro alcance
El número de estudiantes internacionales ha crecido tan vertiginosamente que, prácticamente en cada caso, la iglesia local no ha sido capaz de seguir el ritmo. Los recursos del Ministerio de Estudiantes Internacionales (MEI) en todo el mundo son muy limitados, por lo que la mayoría de estudiantes internacionales siguen sin ser alcanzados. Los pocos obreros del MEI que están sirviendo en la actualidad son, por lo general, superados enormemente en número. En China, por ejemplo, se calcula que por cada obrero del MEI hay 25000 estudiantes internacionales.
A muchas iglesias les gustaría participar en el MEI, pero simplemente no tienen los recursos suficientes como para invertir en el desarrollo de este creciente campo de misión. Las barreras lingüísticas y culturales hacen que a los estudiantes internacionales, a menudo, les cueste involucrarse en el ministerio habitual de las iglesias. Además, en algunos países, acoger a extranjeros atrae una atención no deseada del gobierno, lo que puede poner a la iglesia en peligro.
Es posible que los estudiantes internacionales estén a un paso, pero es posible que sigan estando fuera de nuestro alcance.
La solución obvia
Cuando llegué a Kazajstán, a penas podía hablar ninguna de las lenguas locales. Solo podía decir “Hola”, “¿Cómo estás” y “No entiendo”. Durante los primeros meses, usé la última frase muchas veces. Me inscribí en un curso intensivo de un año para aprender el idioma: iba a clase por la mañana y estudiaba por la tarde. En clase, los alumnos empezamos a conocernos bastante bien. Éramos 12 y no había dos estudiantes que vinieran del mismo país: Laos, Eritrea, Alemania, Indonesia, Filipinas, Vietnam, Rusia, Kirguistán, Ghana, Ruanda y Nueva Zelanda. Un día, teníamos que hacer una presentación en clase sobre un festival que celebrábamos y el chico de Ghana habló sobre la Semana Santa. Hasta entonces, no conocía las creencias de los cristianos. Me dio que pensar. Más adelante, este estudiante se convirtió en un buen amigo.*
En términos culturales y lingüísticos, es posible que un ghanés y un kazajo tengan poco en común, pero cuando están en un país que no es el suyo, ambos están en el mismo barco. Es posible que el estudiante de Ghana no se sienta llamado a las misiones en ese país a largo término, o que los idiomas no se le den especialmente bien. Sin embargo, es posible que sea el único cristiano que aquel estudiante kazajo conoce. Este estudiante tiene una oportunidad increíble para tocar las vidas de sus compañeros de clase y en su residencia simplemente viviendo y estudiando totalmente para Jesús.
¿Por qué no yo?
Un estudiante cristiano de los Estados Unidos llamado Sam** decidió estudiar su programa de máster de dos años en Asia del Este. Esta fue su experiencia:
“La forma en que he desarrollado amistades auténticas y sinceras con compañeros de clase o de residencia ha sido realmente orgánica. Cualquiera podría hacerlo. Existen oportunidades excelentes para aprender, así como para conocer a personas de todo el mundo. Mis compañeros de clase vienen de 20 países diferentes y en mi residencia hay estudiantes que vienen de lugares donde no se conoce el evangelio. Además, en esta ciudad hay muchas cosas interesantes y emocionantes que hacer”.
Necesitamos más estudiantes en todo el mundo que quieran pasar un año o dos alcanzando a unos pocos en este campo tan grande. Podría decirse que la mejor persona para alcanzar a un estudiante internacional es otro estudiante internacional. Tanto si es para aprender el idioma durante un año, participar en un programa de intercambio durante un semestre o, incluso, estudiar un curso de posgrado, existen muchas opciones disponibles en diferentes ciudades de todo el mundo. Además, muchas ofrecen becas completas. Los estudiantes internacionales necesitan amigos, especialmente amigos que les hablen de Jesús.
Demasiados estudiantes se preguntan “¿por qué yo?” en vez de preguntarse “¿por qué no yo?”.
Ponte en contacto con tu movimiento nacional si estás interesado en conocer más sobre este ministerio.
* basado en una historia real
** No es su nombre real.