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¿Debo volver a casa?

Las costosas decisiones a las que se enfrentan los estudiantes de contexto musulmán después de convertirse a Cristo

Es maravilloso que los estudiantes internacionales abracen la fe en Cristo. Pero eso es tan solo el principio. Muchos se enfrentan a desafíos enormes cuando terminan los estudios, especialmente quienes abrazan la fe desde un contexto musulmán. Se trata de una decisión angustiosa: quedarse en un país extranjero y vivir lejos de tus seres queridos o regresar y afrontar una vida de aislamiento, rechazo y persecución intensa (o incluso la muerte). La decisión no es sencilla.

Rahab Chandler, obrera con estudiantes internacionales en el Reino Unido, comparte dos historias de creyentes de contexto musulmán que abrazaron la fe durante sus estudios de doctorado.

El camino de Hadija

Conocí a Hadija* por un amigo en común. Venía de un país de Oriente Medio y estaba cursando un doctorado. La invité a casa, a uno de nuestros cafés internacionales, y le presente a algunos amigos cristianos. Durante los años siguientes, empezamos a vernos asiduamente. Era musulmana a nivel cultural, pero nunca se había comprometido con la fe en el islam. Pasábamos ratos hablando sobre sus estudios y yo le compartía lo que dice la Biblia sobre ciertos aspectos. Su interés iba creciendo, pero no mostraba el deseo de convertirse al cristianismo.

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Con el tiempo, empezó a ir a una iglesia donde oyó una buena enseñanza y se empezó a interesar por la comunidad cristiana. Todo comenzó a cambiar. Nuestras charlas semanales eran más profundas. Podía ver cuán cerca estaba. Un domingo, tras escuchar una predicación sobre la segunda venida de Cristo, no pudo resistirse más. Profesó fe en el evangelio y expresó su desesperación por hacer las paces con Dios. Se bautizó unos meses más tardes y contó su testimonio para implorar a los demás que depositaran su fe en Cristo como había hecho ella.

¿Cuál es mi lugar?

Hadija ha crecido muchísimo. Pero aún no le ha contado nada a su familia. Se preocupa más por ellos que por sí misma. Sabe que si su extensa familia descubre que ahora es cristiana, los pondría a todos en peligro. Afirma estar dispuesta morir por Cristo, pero lo que no soporta es pensar que su familia sufriría por algo que no pueden comprender. Más allá del peligro físico, existe otro problema: si regresa, la obligarán a casarse con un musulmán. Incluso si le perdonaran la vida, le resultaría muy difícil avanzar sin ninguna comunidad cristiana a su alrededor.

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Para Hadija, lo más sabio es no volver por ahora. Gracias a Dios, a sus padres les parece bien que permanezca en el Reino Unido, ya que creen que aquí tiene más libertad, y no la presionan para que vuelva. Tal vez se imaginan que se ha convertido, ya que saben que sus amigos son cristianos. Hadija necesita encontrar un trabajo para poder quedarse en el Reino Unido unos años más y solicitar la residencia indefinida. Dios ha proveído hasta ahora y confiamos en que lo seguirá haciendo.

Pero es muy complicado. Ama a su familia y los echa de menos. La realidad de la separación a largo plazo no desaparece. Ha pasado por depresión. Hadija tiene miedo de que otras personas de su país se enteren sobre su fe, así que ha limitado su esfera de amistades a un grupo reducido. La mayoría son de mayor edad. No siente que este sea su lugar, ni siquiera con los que tenemos cercanía con ella.

Para Hadija, no hay respuestas rápidas ni soluciones exprés.

Omari y Sariya

Para algunos, volver a casa es posible y la mejor opción.

Omari*, estudiante de doctorado, y su mujer Sariya* vinieron al Reino Unido desde un país del Medio Oriente. Omari ya había pasado del islam al ateísmo, desilusionado con su educación musulmana. Es un hombre con confianza y no le costó llevarse bien con sus compañeros de trabajo. También comenzó a asistir con asiduidad a uno de los cafés internacionales para entablar amistades. Convencido como estaba sobre su ateísmo, no le entusiasmaba escuchar sobre la fe cristiana, pero siempre estaba abierto a debate.

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Sariya era musulmana practicante, pero no mucho. La conocimos cuando asistió a una actividad para mujeres casadas del grupo de estudiantes. A través de ese grupo, Sariya se hizo amiga de otras chicas cristianas. Tras varios meses sin mostrar ningún interés espiritual, mencionó que a su marido le apetecía estudiar la Biblia con cristianos. Comenzaron a quedar con una pareja de la ciudad para hacer los estudios bíblicos resumidos del curso Al Massira, que son específicos para buscadores de contexto musulmán.

Con el tiempo, ambos se convirtieron y se bautizaron en una ceremonia íntima. Una pareja cristiana de la ciudad los discipuló, y comenzaron a prepararse para volver a casa. Sus amigos los ayudaron a pensar en maneras de compartir su nueva fe con sabiduría y qué debían hacer para ser una familia caracterizada por el amor y la fidelidad. También hablaron sobre sufrir por la fe.

No hay vuelta atrás

Omari y Sariya han regresado a Oriente Medio. Por ahora, les va bien. Durante el primer año se mostraron cautelosos con su familia, pero se comportaron con sabiduría. Sin mostrarlo explícitamente, se veía claramente que su fe había cambiado. Al principio, temían reunirse con los creyentes locales y solo asistían a una iglesia internacional dirigida por expatriados. Dios les proveyó de una pareja local de expatriados que se acercó a ellos, y empezaron a quedar para estudiar la Biblia con regularidad. Un par de años después, se involucraron en una pequeña comunidad de creyentes locales y buscadores. Actualmente siguen activos en ella y Omari predica a menudo.

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La pareja que los discipuló en el Reino Unido sigue apoyándolos, igual que algunas otras personas. Algunos de sus familiares conocen toda la historia e incluso han mostrado interés. Otros desconocen, por seguridad, el cambio de fe de Sariya y Omari. Volver a casa no fue fácil, pero de momento parece que les va bien. Siguen firmes y creciendo en fe y servicio.

Familia de acogida

Estas historias son una fuente de inspiración. ¡Alegrémonos por los estudiantes internacionales de contexto musulmán que abrazan la fe! Agradezcamos a Dios que hayan considerado que vale la pena abandonarlo todo por Jesús.

A la vez, son historias aleccionadoras. Hadija, Omari y Sariya no cuentan con el apoyo de sus familias. De algún modo, todos están aislados. Se enfrentan a desafíos enormes en el día a día y necesitan mucha sabiduría para ser testigos valientes y cautelosos a la vez. Para ellos, el apoyo de la familia eclesial es imprescindible. ¿Hay creyentes que provengan de contexto musulmán en tu iglesia o grupo estudiantil? ¿Cuál es su historia? ¿Cómo podrías ayudarlos y ser su familia de acogida? Necesitan urgentemente tu amistad, amor y oraciones.

*No es su nombre real.

Para leer más sobre los desafíos a los que se enfrentan los creyentes que provienen de contexto musulmán, lee el artículo de Rahab Chandler To return or not to return home (regresar o no regresar) aquí.

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