Honduras: Una pasión compartida

Rocío cree firmemente en la Biblia y le encanta compartir esta convicción con los estudiantes. Como obrera de CCUH, el movimiento nacional de IFES de Honduras, los está ayudando a ver cómo las Escrituras arrojan luz a los desafíos contemporáneos y al contexto universitario.  

A principios de año, en un encuentro nacional de formación que se organizó para unos 30 líderes estudiantiles llamado “La universidad: mi campo de misión”, Rocío y Suany, otra obrera, dirigieron un taller de evangelización creativa. El taller tenía un objetivo claro: 

“Queríamos recordar a los estudiantes el poder de la Palabra de Dios en la evangelización y cómo nos guía cuando nos enfrentamos a los temas que se están hablando en los pasillos de la universidad”. 

Antes de la sesión habían llevado a cabo una encuesta entre los estudiantes y descubrieron que los temas de conversación que se trataban en la facultad eran la sexualidad, la autoestima, la política, el cuidado de la creación y la salud mental. En el taller trabajaron sobre los seis pasos que hay en el recurso de IFES de Explorando la Palabra y el Mundo. Rocío explica: “Reflexionamos sobre cómo los temas contemporáneos pueden ser una puerta para encontrarse con el Señor de las Escrituras”.   

Los estudiantes tenían que escoger uno de los temas y preparar una forma creativa de compartir lo que habían aprendido con personas no cristianas. Pero no se trataba de un ejercicio simplemente teórico. Como parte de la formación, los estudiantes pasaron un día fuera en un campus local poniendo en práctica lo que habían aprendido. 

Natalia, una estudiante de Derecho en Tegucigalpa, dijo: 

“Mi perspectiva cambió. Aprendí a identificar los temas importantes en mi comunidad universitaria y a compartir de acuerdo a esa realidad. También me chocó la idea de que tenemos que ser una expresión adecuada de lo que estamos predicando”. 

Por medio de unos estudios bíblicos en Hechos, se resaltó la importancia tanto de hablar como de vivir el evangelio. Otra estudiante de Derecho de Brasil reflexionó sobre lo que había aprendido y comentó: “La universidad es una oportunidad de reflejar los valores de Dios en todas mis acciones, decisiones y conversaciones; de dar testimonio, de mostrar su amor y de compartir la esperanza del evangelio”. 

Carlos, un estudiante de Informática en Yoro, lo explicó así: 

“No se trata solo de ofrecer el evangelio. Se trata de conocerlo, vivirlo y hacer que sea un hábito en todos los contextos, no importa lo difícil que parezca. Me di cuenta de que el hecho de pasar tiempo con la Palabra de Dios reorganiza mis prioridades y fortalece mi fe, mi humildad y mi amor por otros”. 

Parece que la convicción de Rocío (“si tenemos un compromiso personal y comunitario con las Escrituras, el evangelio inevitablemente estará presente en todas nuestras conversaciones en la universidad”) se ha compartido con éxito con una nueva generación de líderes estudiantiles en Honduras. Oremos por ellos a medida que ven, comparten y demuestran la relevancia de la Palabra de Dios.