Timor Oriental: Colaboraciones en Asia del Este

A finales de la década de 1990, los movimientos en Asia del Este estaban cobrando fuerza, además de una mayor consciencia sobre las necesidades más allá de las suyas propias.  El Secretario General en ese momento, Ohtawa San, ayudó a los movimientos para que fueran más estables y trabajaran juntos.  Fue entonces cuando empezaron las colaboraciones entre movimientos en Asia del Este. Singapur empezó a enviar equipos para iniciar un movimiento pionero sin nombre en la región y se unió a Malasia para enviar equipos a Camboya. Hong Kong colaboró con Macao para ayudarle a comenzar una obra pionera y Corea del Sur incluso recaudó los fondos que necesitaba para enviar a una familia misionera a Mongolia en 1999.  

“Ya a finales de la década del 2000 y a principios de 2010, iniciar obras pioneras era una característica de nuestra región. Nuestro anhelo era ver el reino de Dios establecerse en las universidades de países donde no existían”,

afirma Annette Alrujah, Secretaria Regional de Asia del Este.  

En 2010, se pidió a Malasia que acompañara a Timor Leste en la creación de su estrategia y el desarrollo de su ministerio. Empezaron con visitas periódicas para crear vínculos y formar líderes y financiaron todo el proyecto. Finalmente, Malasia envió a dos de sus obreros para que se quedaran de forma permanente en Timor Leste para seguir ofreciendo su apoyo. Hoy en día, esta colaboración sigue vigente a través de recursos, oración, formación, cuidado pastoral y finanzas.  

En Timor Leste, el ministerio evangélico se enfrenta a muchos obstáculos.  Sin embargo, gracias al ánimo que reciben de Malasia, el movimiento sigue adelante con muchas victorias a sus espaldas. Los obreros de Timor Leste nos hablan de un estudiante, D, que ha luchado con las tradiciones culturales y Cristo.  A medida que estudiaba el evangelio de Lucas, D pudo comprender la fe y decidió iniciar un estudio bíblico con sus amigos. 

Historias como esta son las que hacen que el movimiento siga estando animado.  Con el apoyo de Malasia y la gracia de Dios, continuarán compartiendo la esperanza con los estudiantes. Tal y como afirman los obreros de Timor Leste:  

“Estamos unidos en la obra. En este ministerio podemos seguir animándonos unos a otros mediante las colaboraciones. Recordamos el ministerio de Pablo cuando dijo que aunque somos partes diferentes del cuerpo, somo uno en Cristo. Así somos nosotros. Somos diferentes movimientos pero todos somos IFES”. 

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