Semillas de esperanza duradera de Europa y fuera de ella
Daniel Bourdanné (Secretario General de IFES) ha presenciado una década durante la cual estudiantes de todo el mundo han alcanzado a sus compañeros con las buenas nuevas de Cristo.
¿Qué lo ha alentado más durante el último año? A continuación, Daniel comparte sus pensamientos con Conexión.
Sin duda puedo decir que me anima mucho ver la forma en la que los estudiantes y movimientos nacionales están asumiendo tanto el llamado como la necesidad urgente de compartir las buenas nuevas de Jesucristo en la universidad.
Les podría hablar de las cien o más semanas de misiones que ha llevado a cabo UCCF en todo el Reino Unido y cómo en una universidad más de 30 personas decidieron seguir a Jesús, o del impacto de Uncover, las publicaciones evangelísticas de UCCF, que se han traducido a muchos idiomas y son utilizadas por movimientos de IFES de todo el mundo. Podría hablar de la energía de los 1.350 estudiantes que asistieron al congreso de Presence de IFES Europa y sus ganas de ver su continente transformado por el evangelio. Podría compartir las noticias de Bélgica, un país extremadamente secular, donde los estudiantes han organizado una semana de misiones en una ciudad durante los dos últimos años, sin resultados visibles. Pero este año lo llevaron a cabo de nuevo en la misma ciudad, con las iglesias locales y los estudiantes orando 24/7 durante la semana entera, y que sepamos han decidido seguir a Cristo cuatro estudiantes.
Estas son sólo algunas historias desde Europa. Y no he empezado a hablar del compromiso y la iniciativa de los estudiantes de Nepal donde el equipo de obreros de NBCBS, de ocho miembros, apoya a más de 1.300 grupos estudiantiles. O de Sierra Leona, donde SLEFES pone un gran énfasis en el compromiso con las Escrituras y los estudiantes están compartiendo libremente el evangelio de gracia y paz; y donde han empezado diez nuevos grupos pioneros en los campus durante el último año y muchos estudiantes están conociendo a Jesús. O de la visión renovada de InterVarsity/USA de centrarse en plantar grupos y conseguir que crezcan.
Así que, sí, me anima mucho la energía de nuestros movimientos para la evangelización. Los estudiantes están invitando a sus amigos a conocer a Jesús. Están compartiendo el evangelio con hechos y palabras. Y Dios es el que honra nuestro trabajo. Él sigue trayendo a las personas a Él.
Pero aun así, el ministerio estudiantil es en su esencia muy frágil. Los estudiantes van y vienen. Puede haber un grupo activo de estudiantes, lleno de pasión por su llamado en la universidad, pero tres años después se han marchado. Llegan estudiantes nuevos y hay que compartir de nuevo la visión. En vista de tal fragilidad, es importante que el ministerio estudiantil sea sostenible a nivel nacional y tenga una buena continuidad basada en un fuerte sentido de la visión y de la misión y con estructuras adecuadas que lo apoyen.
Para mí los movimientos son como árboles. Algunos años fallarán las hojas y el fruto, pero cuando el árbol tiene raíces profundas siempre habrá potencial para nuevo crecimiento, nueva vida y fruto abundante en años futuros. Y las semillas que nacen de este fruto multiplicarán la cosecha en el futuro.
Para los movimientos nacionales sostenibilidad viene de una buena gobernanza y un sólido comité, y por eso me parece muy bueno el proyecto de formación de gobernanza que estamos llevando a cabo a nivel global. Recibo noticias por parte de los comités nacionales que me dicen que están dándose cuenta de la importancia de lo que hacen y están decidiendo darle a su movimiento esas raíces profundas. Estoy agradecido por los movimientos nacionales que aprecian la dedicación absoluta de nuestros obreros y equipo de apoyo para ayudarles a servir a Dios de una forma eficiente.
Por último, me siento animado porque todo esto me recuerda la obra milagrosa que lleva a cabo Dios por medio de IFES. Muy a menudo ocurren cosas inesperadas: hay lugares en los que anteriormente no habríamos ni soñado ver a estudiantes reuniéndose y compartiendo su fe, pero ahora esto es exactamente lo que está pasando, incluso en contextos muy difíciles. Es verdaderamente la obra de Dios. A veces pasamos por dificultades y quizás nos sintamos desanimados, y en esos momentos debemos recordar que Dios es el que está obrando y que no tenemos que sentirnos descorazonados.
Para mí siempre es un milagro ver a los más de 160 movimientos que han decidido unirse a la comunidad IFES. Han decidido conectar por medio de IFES y a pesar de sus inevitables diferencias culturales y teológicas siguen dándose la mano alrededor de Jesús y de su llamado a servir en las universidades del mundo. No quiero dejar de apreciar que esto es algo increíble en nuestro mundo fragmentado. Es una expresión de la gracia de Dios. Únanse a mí en oración para que podamos seguir siendo sabios, que nos amemos unos a otros y nos centremos en nuestro llamado de parte de Dios de traer su gracia transformadora a la universidad.