La lucha de un estudiante por la unidad en la diversidad

Cruzando las barreras de las castas y denominaciones en favor del testimonio evangelístico en Sri Lanka

Me llamo Samuel Poologasingam, y soy de Sri Lanka. Creo que todas las universidades del mundo deberían contar con testimonio cristiano unido. Esta es mi historia.

Un paso adelante; dos atrás

La universidad no era lo que me esperaba. Espiritualmente, el campus era un desierto. La iglesia más cercana estaba a 12 km. La mayoría de mis compañeros eran musulmanes. No existía ningún ministerio de IFES en la zona.

Soñaba con ver a estudiantes cristianos de todas las denominaciones, razas y castas reunidos en el campus. Pero esa no era la realidad. Tras un año clamando a Dios a solas, encontré a un grupo pequeño de estudiantes cristianos.

Necesitamos un año para poder registrarnos oficialmente en la universidad como comunidad no denominacional. Fue una época de mucha oposición. Éramos 18, de diferentes facultades y denominaciones; algunos eramos cingaleses, otros eran tamiles. Y ese era el problema. Los estudiantes de distintos grupos étnicos, según la cultura universitaria, no deben juntarse.

Seguir avanzando

Ahí fue cuando casi me rindo. Mis propios amigos me dieron la espalda porque promovía la diversidad. Me sentía muy solo y frustrado. Pero, con la fuerza de Dios y el apoyo del ministerio nacional FOCUS, seguí adelante, trabajando junto a estudiantes de diferentes razas y denominaciones. Organizamos eventos de Navidad para niños en las aldeas cercanas, ayudamos a los niños con sus exámenes de admisión, hospedamos programas para concienciar sobre el suicidio y organizamos programas sobre cuidado medioambiental en el campus.

En el congreso nacional de FOCUS de 2018, nuestra comunidad universitaria se afilió al movimiento. Fue todo un hito para nosotros.

Me alegré de poder ser testigo de cómo Dios hacía crecer a una comunidad unida en la diversidad durante mi tiempo en la universidad. Los estudiantes que antes nos acusaban ahora nos respetaban por nuestra unidad. Al principio, nos veían como problemáticos, pero con el tiempo vieron que nuestra unidad convertía a este grupo de estudiantes en único.

Gracia que inicia

Mi país ha sido devastado debido al conflicto étnico entre las comunidades cingalesa y tamil. A pesar de que el conflicto terminó, sigue habiendo profundas tensiones en Sri Lanka. Los atentados de este año durante el Domingo de Pascua causaron más dolor y división, ya que murieron más de 250 personas, incluidos dos estudiantes de FOCUS. Muchos otros resultaron heridos.

Nos esforzamos por apoyar a estos estudiantes y nos dimos cuenta de que la comunidad musulmana también se había visto afectada por la tragedia. Muchos de ellos ahora sufrían discriminación.

A nivel nacional, el movimiento FOCUS inició un diálogo con el organismo estudiantil musulmán nacional. Ambos grupos firmaron una declaración pidiendo solidaridad, reconociendo el daño causado unos a otros y buscando perdón. En nuestro campus, decidimos iniciar también conversaciones con nuestros amigos musulmanes. Juntos decidimos celebrar un acto de homenaje para los que sufrieron los ataques.

Para nuestra sorpresa, asistieron más de 250 estudiantes de diferentes contextos étnicos y religiosos. Los estudiantes musulmanes nos dieron las gracias por amarlos incondicionalmente y por permitirles llorar con nosotros.

Un gran sueño para las personas quebrantadas

Incluso en medio de la tragedia, Dios encontró la forma de comenzar el proceso de sanidad entre nuestras comunidades de la universidad. Eso me mostró que Dios realmente puede usarnos incluso en las debilidades y tragedias para llevar a cabo sus propósitos.

En un país tan dividido, el evangelio de Jesucristo me parece el único camino para que todas las comunidades encuentren sanidad y reconciliación real las unas con las otras. Oro para que nuestra comunidad cristiana sea un testimonio de esa verdad.

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