En el medio de la oscuridad
Perspectivas sobre la guerra en Ucrania
La guerra en Ucrania ha impactado a la obra de IFES en muchos niveles. En esta edición de Conexión de dos partes, compartiremos las historias de primera mano acerca de cómo, a pesar de estar en el medio de la oscuridad de la guerra, Dios está obrando. Aquí leerás las perspectivas de los estudiantes, obreros y graduados de IFES de Ucrania y de Rusia.
La segunda parte de esta publicación está disponible aquí, e incluye historias de cómo la comunidad ha respondido ampliamente al impacto de la guerra.
Anna: “No temo morir.”
Anna era una estudiante en Kiev antes de la guerra. Ella es originalmente de Lysychansk, en la zona del Dombás. Durante meses, su ciudad estaba en el frente y la guerra era tan feroz que el presidente ucraniano Volodymyr Zelensky la pronunció una “ciudad muerta.” No obstante, aunque todo el mundo huyó de Lysychansk, Anna regresó para trabajar con un equipo pequeño en su iglesia, ayudando a quienes se quedaron atrás.
Aunque Anna inicialmente se quedara en Lysychansk, proporcionando cuidados básicos para quienes lo necesitasen, a primeros de abril, la lucha se acercó tanto que destruyó los edificios alrededor de su iglesia. El equipo cambió de perspectiva. Se posicionaron un poco más lejos y estuvieron entrando y saliendo de Lysychansk y evacuaron a más de 600 personas de la ciudad.
Una evacuada, una señora mayor, intentó suicidarse varias veces antes de que el equipo de Anna llegase hasta ella. Tras hacer que revisasen a la mujer en el hospital, encontraron un sitio en el que pudiera alojarse y compartieron el Evangelio con ella.
El equipo está trabajando en varios sitios peligrosos. Un día, en el viaje hasta Lysychansk, se encontraron con un periodista internacional viajando en un vehículo armado en esa misma dirección. En su viaje de vuelta unas pocas horas más tarde, descubrieron que había muerto por una bomba. En otra ocasión, el equipo tuvo que cubrirse de un bombardeo bajo un puente. Sin embargo, cuando paró, se volvieron a subir a su furgoneta y continuaron su viaje hasta Lysychansk.
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Dado que Lysychansk está bajo ocupación Rusa en estos momentos, el equipo ya no puede acceder a la ciudad. Igualmente, han proporcionado ayuda humanitaria en otros sitios mientras trabajan entre los peligros y se tienen que refugiar de un bombardeo cuando fuera necesario. “Dios siempre ha provisto para ellos”, dijo Marina, obrera de CCX que empezó a ser mentora de Anna tras la guerra. “Estaba muy preocupada por ella.“ ”Pero cuando compartí mis preocupaciones, Anna me dijo: ‘No tengo miedo a nada.“ ”Sé que si muero estaré con Jesús.“ ”Dios me ha llamado para hacer esto y esta es la misión que debo cumplir’.”
Marina: “Dios está trabajando”
Eran las 5 de la madrugada, cuando Marina se despertó con las explosiones resonando por Kiev. Su teléfono estaba lleno de mensajes de amigos preocupados y las carreteras de la ciudad ya estaban bloqueadas por cientos de coches. Se sentó en tensión con su familia a la hora del desayuno, la pregunta de su hermanastra de 12 años trajo la situación a un primer plano: “¿Voy a morirme?”
“SÍ.” La respuesta de Marina fue contundente. Entonces explicó que “no sabemos si será ahora o dentro de muchos años, lo que importa es si eres salva.” En ese momento, entre oraciones y lágrimas, la hermana de Marina aceptó a Jesús. Echando la vista atrás, Marina ahora puede reconocer las semillas que Dios ha plantado. “En el mes anterior”, nos explica, “[mi hermana] ha estado preguntando mucho acerca de la Biblia y de la vida tras la muerte. Dios realmente estaba obrando en su vida.” La hermana de Marina ha estado asistiendo al programa Discipleship Explored y ha ayudado con el trabajo humanitario en su iglesia.
Desde que comenzó la guerra, Marina ha continuado con su trabajo con CCX, el movimiento estudiantil de Ucrania. Se reúne en remoto con grupos de Kiev, Cherkasy y Mykolaiv – otra ciudad en primera línea. Los estudiantes en todos estos grupos se han extendido por toda Europa. Además de trabajar para mantener a las comunidades estudiantes fuertes antes de la guerra, Marina está ayudando a comenzar un nuevo grupo en una universidad en Kiev, estableciendo amistades con cerca de 20 estudiantes. Es más, como parte de una iniciativa unida con ChSA, el movimiento nacional de Polonia, CCX Ucrania proporciona cajas de regalos durante la Pascua y materiales de evangelización a la universidad y a los estudiantes de escuela secundaria en Kiev.
Lejos de casa, Marina sabía que muchos Ucranianos estaban perdiendo la oportunidad de reunirse y adorar en su propio idioma. Obligada a abandonar Kiev en febrero, Marina pasó dos meses en el oeste de Ucrania, antes de irse a Bucarest. Se hizo un nuevo, aunque temporal, hogar en el apartamento de Heidi, una obrera de IFES Europa, una casa donde había un piano. Esto significaba que Marina podía celebrar noches de adoración en vivo en Instagram. Desde entonces ha hablado a un público de 13.000 jóvenes, en la conferencia Christival, en Alemania, acerca de su experiencia con la obra de Dios durante la guerra.
Marina espera volver a Kiev a finales de julio para ayudar a los obreros y estudiantes de CCX a prepararse para el nuevo año académico. Aunque no sabe si habrá otro ataque, la iglesia en su ciudad está llena de gente, hay cerca de 100 personas nuevas cada domingo. No hay suficientes cristianos para ayudarles a todos y la iglesia se ha quedado sin Biblias. Según nos relata Marina, casi todos son personas mayores de Mariupol, Kharkiv e Izum, donde han perdido sus hogares y trabajos. No tienen nada. Pero encuentran esperanza cuando vienen a la iglesia.
Los estudiantes han acabado sus exámenes y ahora necesitan tener claridad acerca de si deben continuar sus estudios en las universidades de Ucrania, o si es mejor inscribirse en universidades Europeas, nos explica Marina. Por favor, ora para que se renueven las fuerzas de los obreros de CCX, muchos de los cuales han comenzado sus vidas de nuevo en otras ciudades. Ora para que Dios provea para sus necesidades y les dé fuerzas para servir a otros.
Dmitri*: “Hay algo más universal que la política.”
“’¿Cómo lo sobrellevas, Dmitri?’
‘Con oración.’
‘¿Funciona?’ Mi colega era incrédulo.
‘Sí,’ respondí.
Y entonces tuvimos que dejar de hablar.”
La ciudad en la que vive Dmitri está al norte del círculo polar ártico y es muy remota. Ahí Dmitri participó en el movimiento estudiantil ruso en la universidad, e hizo de ese sitio su hogar. Sin embargo, Dmitri ha estado intentando ayudar a gente de Ucrania desde el estallido de la guerra. Utilizó sus conexiones para encontrar alojamiento para una familia de Mariupol y les ayudó a huir a Noruega. Dos veces en semana, Dmitri también traduce como parte del proyecto Salmos para Ucrania, trabajo que le entrega a Kenny, un obrero de UCCF, el movimiento nacional del Reino Unido. Este proyecto sirve a los ucranianos cuyo primer idioma es el Ruso.
Dmitri reconoce que es muy complicado hablar sobre la guerra en Rusia. “No tengo muchos amigos con los que pueda hablar de estas cosas. Las personas dicen que es complicado y que no disponemos de mucha información para evitar hacer un juicio. Mucha gente está escondiendo su cabeza en la arena.”
Desgraciadamente, este mal aplica a los cristianos también. “Aunque las iglesias locales hablaban acerca de la justicia y la igualdad primero, no están dispuestos a hablar de forma pública,” nos relata Dmitri. “Ser protestante en Rusia ya era peligroso, y lo es más ahora mismo. Al mismo tiempo, tengo amigos cristianos en Crimea que ven la guerra de una forma completamente distinta. Es muy difícil.”
Así se establece una nueva realidad, Dmitri nos pide que oremos contra la “fatiga bélica.” “Necesitamos energía espiritual para seguir orando. En un momento sientes que te has quedado sin palabras. Ora también por la sanidad de ambas naciones. No importa cómo termine la guerra, eventualmente tendrán que mirarse unos a otros a los ojos. Especialmente, orad para que los creyentes sigan activos, que sigan siendo sal y luz, compartiendo esperanza, aunque sientan que no la hay.”
La semana que viene publicaremos más perspectivas de estos países circundantes, a la par que ampliamos la información sobre el papel que IFES ha desarrollado para apoyar a los estudiantes y obreros afectados.
*Hemos cambiado los nombres por motivos de seguridad.