Cuando los pastores se enfadan
Cómo un movimiento de IFES invierte en relaciones con iglesias locales de Asia Central
Ben* estaba reunido con los pastores principales de una iglesia de un país de Asia Central. Él era quien estaba fuera de lugar. El único extranjero, el único que no era pastor. «Qué gran privilegio tener la confianza de estos hombres», pensó.
A medida que la reunión avanzaba, alguien lanzó una pregunta: «¿Y si los líderes de jóvenes de la iglesia colaboran para organizar un evento intereclesial para jóvenes?». En la mayoría de contextos, la idea sería aplaudida. Pero aquí no. Muchos pastores, especialmente los principales, se opusieron. Estaban enfadados.
Una historia amarga
Ya habían pasado por esto antes: estos eventos organizados a menudo por organizaciones externas servían de estímulo al principio, pero al final los jóvenes se volvían demasiado críticos con los ministerios juveniles de sus iglesias y las abandonaban para formar grupos nuevos, pero estos enseguida se venían abajo debido a la falta de madurez. ¿El resultado? La juventud de pierde. Esta era la primera generación de jóvenes cristianos del país. Eran demasiado valiosos para perderlos. Ya habían pasado por eso antes y no querían volver a vivirlo.
En ese contexto, ¿cómo podía ayudar IFES? Si los pastores decían que no a sus propios líderes de jóvenes, ¿cómo iban a confiar en IFES para unir a los estudiantes?
Un trabajo lento hacia un sueño a largo plazo
Durante los últimos años, Ben y sus compañeros han trabajado muy duro para volver a construir la confianza perdida con los líderes de la iglesia. Decidieron que solo trabajarían en los espacios que las iglesias les dieran. Hablan con el pastor antes de hablar con los estudiantes de su iglesia. Empiezan organizando una conferencia en la iglesia para sus estudiantes, para animarlos y equiparlos para la evangelización. Insisten en que los estudiantes pertenecen a la iglesia loca y que su colaboración en IFES no debe ser un obstáculo para ello.
La esperanza de Ben es que, a medida que los pastores vean que la formación se centra en la Biblia y el evangelio y que el enfoque es misionero, empiecen a confiar en ellos.
Su sueño es ver a estudiantes de diferentes iglesias reunidos para orar por su campus, animándose unos a otros para alcanzar a sus amigos con el evangelio. Pero este proceso requerirá años de construcción de confianza. El ministerio estudiantil en este contexto no es rápido y dinámico, como en otros sitios. Pero en ese contexto es la única manera de conseguir un movimiento estable y duradero que sea de bendición para las iglesias locales.
Un final alentador
¿Y cómo terminó esa tensa reunión? Un pastor influyente, con quien Ben había quedado recientemente para explicar sus planes ministeriales, se levantó para pedir silencio. «Sí, hemos pasado por esto antes y no nos ha ayudado. Lo que necesitamos son organizaciones como IFES», dijo. Señaló a Ben y prosiguió: «Viene aquí, hablan con nosotros. Colaboran con nuestras iglesias y con los jóvenes sin apartarlos del contexto eclesial. Este es el enfoque correcto».
*No es su nombre real.