Creando Espacio

Cómo escuchar puede llevarnos a aprender de quienes son distintos a nosotros

El cambio comienza escuchando. Escuchar puede resultar incómodo. Puede que sea más fácil evitar la incomodidad desconectando, pero entonces nos arriesgamos a perdernos los cambios a los que Dios puede estar llamándonos. Ahora que más personas están hablando acerca de la desigualdad racial tras la muerte de George Floyd, el tema se ha vuelto más difícil de evitar. Pero, ¿qué pasa en las comunidades cristianas? Tras asistir a la universidad en el Reino Unido, Bandile*, un estudiante de Sudáfrica, quiere retar a los estudiantes cristianos a escuchar mejor a los creyentes de toda clase de trasfondos distintos. 

Encajando 

Antes de que Bandile se trasladase al Reino Unido, estaba nervioso porque temía sentirse como un extraño. Sin embargo, le agradó descubrir que la naturaleza internacional de la universidad evitó que se sintiera así. Y fue así, hasta que se involucró en una iglesia. 

“Como estudiante internacional BAME (negro, asiático o de minorías étnicas), lo primero que empecé a observar eran las diferencias entre yo mismo y los demás miembros. Me sentí obligado a imitar el comportamiento del grupo demográficamente mayoritario (cristianos blancos) para que me aceptasen.” 

Bandile se encontró cambiando su comportamiento para encajar. Alteró sus patrones dialécticos, sus expresiones y hasta su tono de voz. Dice que es algo común entre los estudiantes BAME que entran en un contexto mayoritariamente blanco.  

Expresando la Cultura 

Cuando llegó a la cultura de la iglesia, Bandile observó muchas diferencias entre el Reino Unido y Sudáfrica, especialmente en relación con la adoración y el discipulado. En Sudáfrica, la gente suele ser muy expresiva en su adoración, y el discipulado ocurría de manera orgánica en múltiples escenarios. En el Reino Unido, los cultos de las iglesias estaban estructurados, y los líderes desarrollaban el discipulado mediante reuniones uno-a-uno, haciendo mucho énfasis en la teología. Aunque Bandile apreciaba mucho la nueva perspectiva del Reino Unido, sentía que su cristianismo sudafricano presentaba cualidades valiosas que no siempre eran reconocidas. 

Un domingo, el pastor de Bandile le invitó a compartir una palabra en voz alta durante un culto de alabanza. Recitó Efesios capítulo dos con algunos matices expresivos en algunos puntos clave. Después, varios miembros de la iglesia se acercaron a Bandile y le amonestaron por esforzarse en exceso por animar el culto. Estaba confundido. Estaba expresando adoración de una forma que era normal para él. Bandile observó que, al ser negro, solía ser estereotipado, ya fuera consciente o inconscientemente, como “moderno”, “cool” o “gracioso”. Las personas estaban demasiado distraídas por estas etiquetas como para reconocer que lo que compartía era auténtico. Por esta misma razón, Bandile dice que no estaba siempre seguro de si la gente quería ser su amigo por motivos reales, o solo porque es negro.  

“La gente presupone muchas cosas. Te miran y tienen ideas preconcebidas acerca de ti. Pueden ser completamente buenas, o pueden ser malas. Pero hacen que los africanos dudemos de la autenticidad de la amistad o de la relación. En el Reino Unido, «lo negro» es tendencia. Es una moda que responde a la música y la cultura pop. Las personas piensan que ser negro es ser “cool”. Por lo que me resulta difícil comprender las relaciones.”  

Creando Espacios de Escucha 

Si no se busca tener relaciones auténticas con estudiantes BAME, será imposible saber cómo crear espacio para ellos en un grupo de la mejor forma posible. Otros estudiantes BAME pueden sentirse menos dispuestos a unirse cuando vean que no hay nadie como ellos. Por ejemplo, Bandile invitó a varios de sus amigos negros a que le ayudasen con una semana de misiones e inmediatamente observó que se les unían más estudiantes BAME.  

“Gracias a su presencia, más personas negras vinieron al evento. Se asomaron al recinto y vieron más caras negras, lo que significa que vieron más familiaridad y se sintieron más cómodos.”  

¿Qué necesitan las iglesias y los ministerios estudiantiles para crear más espacio para miembros BAME? Escucharles.  

Aunque Bandile sabía que su iglesia realmente le amaba, no sentía que intentasen comprenderle. Cree que es porque tenían miedo de decir algo inadecuado. Le gustaría que la iglesia estuviera más dispuesta a reconocer y debatir sus diferencias raciales. Bandile dice que lo peor que pueden decir las personas en las comunidades cristianas es que no ven el color. Aunque la idea pueda tener una buena intención, es una deshonra para la identidad de una persona BAME. Bandile nos dice:  

“Queremos que se nos vea completamente por ser quienes somos, y nuestra cultura, historia y color de piel son todo parte de nuestra identidad. Por tanto, cuando decís ‘no veo color’ estáis desestimando e ignorando parte de quienes somos.”  

Encontrando Unidad en la Diversidad 

Sin embargo, Bandile deja claro que su raza no engloba su identidad entera.  

“Aunque la raza es importante y es una parte clara de nuestra identidad, es tan solo un componente de nuestro ser. No nos hace quienes somos. Cristo es quien nos hace quienes somos. Por tanto, me identifico antes como cristiano que, como negro, africano, o sudafricano.”  

El objetivo de tener conversaciones acerca de la raza no es anteponer la identidad racial al Evangelio, es ver una imagen más vívida de Dios mismo. Bandile dice que, aunque ha luchado por conectar con su iglesia, se sintió unido a su grupo bíblico universitario diverso. En lugar de aferrarse a sus propias tradiciones, el grupo estaba más preocupado por las verdades nucleares del Evangelio y usaron sus diferencias para aprender unos de otros. 

Iniciando Conversaciones 

Bandile reconoce que empezar conversaciones acerca de la raza y la etnicidad puede resultar intimidante. Sin embargo, desde su punto de vista, tener dificultades para encontrar las palabras adecuadas es mejor que estar en silencio. 

«La ignorancia que evoluciona desde no reconocer la raza es un problema que se perpetuará salvo que la conversación sobre la raza se normalice. Lo que inhibe a la gente de tener conversaciones auténticas acerca de este tema es el miedo: el temor a lo desconocido, el miedo al conflicto, el temor a ofender, el miedo a dejar de ser políticamente correcto. Sin embargo, la peor respuesta ante este temor es el silencio.» 

Bandile dice que evitar las conversaciones incómodas impide que las comunidades cristianas crezcan porque nunca afrontan el reto de ver su fe de una manera distinta. También evita que se conviertan en líderes para la justicia. Si no estamos escuchando a quienes están marginados en la sociedad dentro de nuestra propia iglesia, ¿cómo podemos ser una voz para quienes están fuera de la iglesia? 

Aunque afrontar estas preguntas con amigos BAME puede ser complicado, Bandile nos reta diciendo que el cristianismo nunca buscó ser fácil. Anima a los estudiantes a imaginar que estas conversaciones son similares a hablarle a un amigo acerca del Evangelio. Al principio nos podemos sentir extraños, pero llegará el momento en el que se vuelva más natural.  

Escuchar a aquellos que están en nuestras iglesias o en nuestros ministerios estudiantiles que vienen de distintos trasfondos es uno de los primeros pasos que deben tomar los cristianos para dirigir a sus sociedades hacia una reconciliación racial y étnica. La diversidad es un don edificante que nos lleva a comprender mejor el corazón de Dios. Cambiar esto por la uniformidad es perderse la belleza de la iglesia de Cristo. ¿Qué estás haciendo para comprender a aquellos que son diferentes a ti? ¿Cómo puedes crear espacios para aquellos que vienen de otros trasfondos? 

*No es su nombre real 

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