
CONOCIENDO A LOS ESTUDIANTES DE LA GENERACIÓN Z EN TODO EL MUNDO
Cuatro rasgos de la generación mundial actual
Son el presente y el futuro de nuestras universidades: la Generación Z (Gen Z). Nacidos entre 1997 y 2012, forman la generación más numerosa del planeta: casi un tercio de la población mundial.
En los países occidentales, se ha analizado en profundidad a este grupo tan particular. Los ministerios cristianos, incluyendo a los movimientos de IFES, como InterVarsity en EE. UU., ya han adaptado su enfoque de evangelización y discipulado pensando en ellos. Este año, UCCF Gran Bretaña lanzará una nueva versión de Uncover Luke, diseñada para conectar con el deseo de belleza y trascendencia tan característico de esta generación.
No obstante, la mayoría de estudiantes Gen Z no vive en Occidente. En su charla “Preparando a la Gen Z para una vida misional”, Denise Margaret Thompson explica que una cuarta parte de los Gen Z viven en Asia del Sur, y que el grupo de India es casi tres veces mayor que el de toda Europa junta.
TENDENCIAS GLOBALES?
Ante esta realidad, en IFES nos hemos preguntado si las tendencias que se suelen asociar con la Gen Z también se dan en nuestros movimientos de todo el mundo. Si esto fuera así, eso abre una gran puerta a colaborar en el ministerio y la misión entre estudiantes de la Gen Z.
Por eso, el año pasado, se encargó a Peter Dray (exdirector de Evangelización Creativa de UCCF, Gran Bretaña) que investigara el tema. A través de entrevistas y grupos focales, ha hablado con estudiantes y obreros de la Gen Z en movimientos nacionales de cuatro regiones de IFES.
En este blog, Peter comparte algunas notas de campo y nos presenta cuatro rasgos comunes de la Gen Z que tienen un impacto directo en la vida y la fe.
1: Estudiantes De La Gen Z – Una Generación Digital
En mis viajes sentía que los móviles estaban por todas partes, y aún más en los campus universitarios.
La Gen Z pasa muchísimo tiempo conectada: chateando, viendo vídeos o gestionando su día a día desde el teléfono… ¡Y, a veces, todo a la vez! Algunos estudiantes de Singapur incluso me dijeron que ya eran expertos en multitarea.

Este inmersión digital le da acceso inmediato a una cantidad de información impensable para las generaciones anteriores a la Gen Z.
Eso se nota especialmente en países con menos recursos, donde la cobertura de internet móvil ha explotado. Me impactó escuchar a los entrevistados, quienes compartieron acerca del acceso que tienen a consultar recursos teológicos que sus padres nunca tuvieron.
Además, muchos Gen Z están desarrollando habilidades, haciendo amistades o incluso ganando dinero gracias a la tecnología. Muchos han adquirido un gran empuje y espíritu de emprendimiento. Un estudiante de una zona rural en Kenia me contó que se está pagando los estudios vendiendo fotos que hace con su móvil a clientes de todo el mundo.
La tecnología parece fomentar una forma de ser más individualista, inmediata y espontánea.
Muchos me dijeron que odian hablar por teléfono o escribir mensajes largos. Prefieren los mensajes cortos, los GIFs y los stickers. Esto lleva a la Gen Z a comunicarse de una forma informal, y eso también se nota cuando hablan con adultos o autoridades. Es toda una muestra de por qué buscan estructuras planas, donde los líderes son accesibles y responsables ante los demás.
También están cambiando los hábitos sociales. A la Gen Z le gusta pasar tiempo a solas, incluso en culturas que tenían una historia de vida comunitaria. Les cuesta esperar, lo que a menudo les lleva a tomar decisiones impulsivas y a corto plazo. Un estudiante me dijo que prefería comprar sobrecitos individuales de cacao, aunque le saliera más caro que un bote entero. Sabía que se gastaría más al final, pero prefería pagar menos de golpe.
Pero no todo es positivo. Muchos mencionaron el lado oscuro de estar siempre conectados. Las apuestas online atraen a estudiantes desesperados por obtener un dinero fácil, el uso de porno es habitual y la tentación de plagiar está a la orden del día. Varios mencionaron ser adictos a los videojuegos. Los países con menos recursos parecen ser aún más vulnerables. En ellos, esta falta de preparación ante el mundo digital ha pillado desprevenidas a las familias y a las iglesias.
También se sienten agobiados por la complejidad de la vida online. Estar «siempre disponibles» también tiene un precio. Un estudiante de la Gen Z que valora mucho la tecnología me dijo que vivir en este mundo exige un esfuerzo constante, sin casi descanso mental. Los cristianos, afirmaba, no pueden bajar la guardia: no solo por las tentaciones que ya mencionamos, sino también por el peligro de pasarse horas navegando sin parar.
Lo resumió así: Esta conexión constante lleva a la Gen Z a sentir una carga mental psicológica sin precedentes, nos deja con un sentimiento de agotamiento mental y emocional.
2: Estudiantes De La Gen Z – Una Generación Más Consciente

El acceso a internet ha coincidido con una mayor movilidad y una rápida urbanización, especialmente en África y Asia. Esto ha expuesto a los estudiantes de la Gen Z a personas e ideas de distintos trasfondos étnicos y culturales.
Eso ha creado lo que algunos llaman un ‘’lenguaje compartido’’. Una trabajadora estadounidense en Oriente Medio me dijo: ‘’Una estudiante local habla igualito que mi hermana de 18 años’’. También está resultando en que la Gen Z se vista de manera similar, sin importar de donde procedan.
En algunos contextos, este contacto con otras culturas ha hecho que los jóvenes de la Gen Z se cuestionen cosas que sus padres daban por sentadas. En Kenia, por ejemplo, los que han entablado amistad con personas de otras tribus ya no sienten que su identidad tribal sea tan importante como lo fue para sus padres. Muchos no han aprendido el idioma de su tribu y algunos solo usan su nombre en inglés. Esta conciencia compartida ha unido a muchos jóvenes keniatas en el activismo político, como ocurrió en las »Protestas Gen Z» contra el gobierno en julio de 2024.
En algunos países de bajos recursos, el aumento de conciencia resultante del uso de las tecnologías ha hecho que la brecha generacional se amplíe aún más. ‘’Nuestros padres sabían mucho sobre pocas cosas’’, me dijo un estudiante de la Gen Z, ‘’pero nosotros sabemos poco de muchas cosas’’. Algunos expresaron frustración porque sus padres o iglesias no sabían responder a las dudas que les surgían tras ver contenido online.
También se dieron cuenta del riesgo que hay al aceptar sin filtro lo que dicen los buscadores, las IA o los influencers.
En Irlanda, conocí a un voluntario de la Gen Z cuya historia refleja bien cómo ha crecido su sensibilidad cultural a causa de la movilidad mundial. Él se crió en una zona muy homogénea y no tuvo ninguna formación intercultural, no obstante, en la universidad conoció a personas de muchos países y trasfondos. Un día, al ver a unos camareros de Sudán, les saludó en árabe y les impresionó con datos que había aprendido sobre su país (¡incluyendo que tiene más pirámides que Egipto!). Su conciencia cultural creó una conexión instantánea que, a su vez, abrió la puerta a una conversación significativa.
Ahora bien, que haya más conciencia no significa que la interacción intercultural sea algo habitual. En muchos países, los estudiantes siguen moviéndose dentro de su propio grupo étnico. Los que sí han hecho amistades fuera de su grupo lo han hecho porque alguien les retó o les dio ejemplo, muchas veces desde los movimientos locales de IFES.
Aun así, la oportunidad para crear amistades, crecer y servir juntos –como estudiantes y luego como graduados– es mayor que nunca.
3: Estudiantes Gen Z – La Generación Postpandemia
La pandemia de la COVID-19 marcó profundamente a esta generación, dado que los confinamientos que asolaron el planeta ocurrieron justo en una etapa clave de su desarrollo.

Las personas con las que hablé tenían sentimientos encontrados en relación a la pandemia. Algunos (a veces con algo de culpa) admitieron que disfrutaron el confinamiento, sobre todo si su familia no pasó apuros económicos.
Muchos se alegraron de que se cancelaran las clases o los exámenes. Otros contaron momentos de tristeza profunda, sobre todo si perdieron a alguien o hubo problemas económicos en casa. Y varios estaban frustrados porque la pandemia interrumpió su formación académica.
El confinamiento aceleró todas las tendencias culturales que ya mencionamos: Familias o personas que no disponían de smartphone compraron su primer móvil, y quienes ya lo tenían, pasaron aún más tiempo en línea. En muchas partes del mundo, la Gen Z se sintió increíblemente sola y sin rumbo, con internet como única compañía. Como en otras ocasiones, esto se notó más aún en las personas de los países con menos recursos, especialmente, entre quienes se habían mudado a la ciudad recientemente y habían perdido el apoyo de su entorno tradicional.
La pandemia también ha hecho que los estudiantes de esta generación estén mucho más sensibilizados con la salud mental. Incluso en países donde el tema de la salud mental sigue siendo tabú, los estudiantes hablaban abiertamente de lo que habían vivido ellos mismos o sus amigos.
En Timor Oriental, los obreros locales que me ayudaron con la traducción se quedaron sorprendidos de lo presente que estaba este tema en las mentes de los estudiantes. En algunos casos, la familiaridad de la Gen Z con los problemas de salud mental y su propia experiencia con la fragilidad humana ha debilitado su capacidad de aguante.
En Singapur, los obreros locales contaban que los confinamientos afectaron las habilidades sociales de los estudiantes, algunos se sienten incómodos al reunirse o incluso al hablar con un orador invitado antes de una reunión. También notan que los líderes tienen menos seguridad en sus decisiones: por ejemplo, los líderes hacen encuestas online para asegurarse antes de decidir algo pequeño.
Y aunque muchos estudiantes cristianos comparten activamente su fe, lo hacen con poca confianza. A veces dudan sobre el Evangelio en sí (especialmente, cuando sus amigos les plantean nuevas preguntas) o dudan de su capacidad para explicarlo bien.
4: Estudiantes Gen Z – Una Generación Abierta Espiritualmente
En todos los países que visité, los miembros de la Gen Z decían que su generación está más dispuesta a replantearse sus creencias que la de sus padres. En contextos donde los cristianos han sido mayoría, ahora se enfrentan a muchas voces y creencias nuevas. En Kenia, por ejemplo, es cada vez más habitual que los estudiantes Gen Z se pregunten si la ciencia y el cristianismo son compatibles. Para ellos, que sus padres ignoren este tipo de cuestiones es frustrante y hasta ingenuo.
Los entrevistados de todos los países mencionaron igualmente los desafíos que plantea el tema del género y la sexualidad para los cristianos. En muchos lugares –incluidos los países con menos recursos– están ganando popularidad espiritualidades de moda como la «manifestación». Los cristianos Gen Z son especialmente vulnerables a nuevas dudas, tanto a nivel intelectual como personal.
Pero esta apertura a replantearse sus creencias también se nota fuer de las iglesias.

En Timor Oriental, por ejemplo, los estudiantes Gen Z ya no acuden tanto al curandero, sino que buscan atención médica moderna.
Además, están más dispuestos a cuestionar las creencias animistas o el catolicismo no practicante que tradicionalmente ha dominado el país. Algunos jóvenes de Timor Oriental de la Gen Z llegaron a grupos evangélicos tras ver alabanzas evangélicas por internet.
En Oriente Medio, los obreros decían que los estudiantes musulmanes ahora muestran más curiosidad por el cristianismo que hace solo unos años. Algunos incluso se animan a estudiar la Biblia o a relacionarse con cristianos.
Y en mi país, el Reino Unido –y también en otras partes de Europa y Norteamérica– las encuestas muestran que la Gen Z tiene interés por la espiritualidad y la religión. El reto es que la Gen Z no solo se abre al cristianismo o a Jesús… sino que se abren a casi todo. Muchos exploran varios caminos a la vez.
Para mantenerse firmes en un mundo con tantas opciones, la Gen Z necesita saber que Jesús es único y que confiar en Él tiene pleno sentido.
ALCANZAR A LA GENERACIÓN Z, JUNTOS

Estos cuatro temas clave me han mostrado que podemos enfocar el ministerio y el discipulado de la Gen Z con estrategias similares a nivel global, adaptándolas a cada contexto local.
También me han hecho valorar cómo los movimientos IFES, cuando están en su mejor momento, han sabido ayudar a los estudiantes a conectar el Evangelio con su momento cultural. Y hoy, eso sigue siendo igual de necesario.
Así que, ¡exploremos juntos cómo trabajar unidos! Pidamos sabiduría a Dios mientras nos replanteamos esta misión para una generación que vive online, está conectada globalmente, ha vivido una pandemia y tiene una mente abierta en lo espiritual.
Estas notas de campo irán seguidas de un informe completo a finales de año. No te olvides de conectar con nuestras cuentas de Facebook, Instagram y WhatsApp para no perderte nada.

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