Buscando a Alá, Encontrando a Jesús
El testimonio fiel de un estudiante normal
Era una amistad inusual. Nabeel era un musulmán devoto; y David un cristiano comprometido.
Aunque David no sabía nada acerca del Islam, creía que Jesús es para todos y oró con valentía para que Nabeel llegara a tener fe en Jesús.
El éxito de ventas Buscando a Alá, Encontrando a Jesús de Nabeel Qureshi cuenta la historia de su dramático paso del Islam al cristianismo y del testimonio fiel de su amigo de la universidad, David Wood.
Hermanos
Nabeel y David se hicieron amigos inmediatamente. Se conocieron durante sus estudios universitarios en el equipo de debates y ponencias públicas en 2001. Estudiaban juntos, comían juntos, vivían sus vidas juntos. Hablaban sobre sus clases, sobre sus familias y sus fines de semana. Y hablaban sobre su fe. Para empezar, ninguno de los dos conocía la religión del otro. Pero aprendieron rápidamente. Sus debates eran robustos y veces un poco acalorados. Pero su amistad era tal que podía soportar hasta las discusiones más encendidas. Nabeel escribió:
“…No importaba lo mal que fuera nuestra relación, porque estábamos viviendo nuestras vidas juntos… Una relación superficial puede romperse ante la tensión de un desacuerdo, pero al vivir nuestras vidas juntos, nos veíamos obligados a reconciliarnos. Obviamente, más que la proximidad en sí, realmente nos amábamos y nos cuidábamos el uno al otro. Como verdaderos hermanos, incluso tras nuestras discusiones más fuertes y más largas, seguíamos siendo hermanos.”
David sabía que haría falta algo más que una amistad y unos debates para que Nabeel se hiciera cristiano. Necesitaría un milagro. Así que, siguió orando.
Orando por lo imposible.
“¡Dios, por favor, muéstrale la verdad a Nabeel!” Las semanas de oración por su amigo se convirtieron en meses y luego en años. Nabeel estaba decidido en su convicción de que nunca -jamás- se haría cristiano. Los momentos de aparente avance eran seguidos por semanas de resistencia inagotable. La conversión de Nabeel parecía algo completamente imposible.
Pero algo cambió tras una noche especialmente significativa en la que debatieron acerca de la evidencia de la muerte de Jesús en la cruz. Nabeel escribió:
“Fue como si, de repente, un velo se levantase y pudiera ver el potencial del mundo bajo una nueva luz. Era como si hubiera estado llevando gafas de colores durante mi vida entera y como si me las quitara por primera vez. Todo era distinto, quería examinarlo todo con más cuidado. Quizá, solo quizá, podría empezar a considerar la posibilidad remota de que el mensaje cristiano pudiera ser real.”
Pasaron cuatro años antes de que Nabeel llegara a la conclusión de que era verdad y que se decidiera a entregar su vida a Cristo. Para David, fue un camino largo de oración, perseverancia y espera.
Amor que persevera
¿Por qué David no desistió en estos cuatro años?
Durante todo este tiempo, algunos cristianos le animaban a dejarlo. Le decían que debía concentrarse en otras personas que seguramente estarían más abiertas o que se convertirían más rápido. Pero la motivación de David no era que Nabeel se convirtiera al cristianismo. Era el amor:
“Predicamos el Evangelio porque les amamos, no porque son una oportunidad misionera. Predicamos el Evangelio porque queremos lo mejor para ellos; queremos que tengan una relación con Cristo como la nuestra.”
Podría haber sido más fácil evitar las conversaciones acaloradas. Es lo que hacemos muchos de nosotros, pero eso no es amor de verdad. David comenta:
“Si realmente te preocupas por tus amigos musulmanes, ¿no quieres que conozcan la verdad? En ocasiones decidimos no decirles nada porque podría herir sus sentimientos, pero eso sería decir que sus sentimientos son más importantes que ellos conozcan la verdad acerca de Dios.”
Dios usa a gente normal
David Wood era un estudiante cristiano más. No tenía todas las respuestas; no siempre decía lo correcto, pero Dios le usó de una forma extraordinaria para impactar a Nabeel.
Muchos de nosotros nos consideramos poco preparados para compartir el Evangelio con los musulmanes, porque desconocemos las preguntas clave o no sabemos cómo empezar. Nabeel escribió:
“He conocido a varias personas que, tras leer mi historia, pensaban que necesitaban conocer todas las respuestas antes de conectar con los musulmanes. Esto no es así para nada. David apenas sabía nada acerca del Islam cuando empezamos a hablar. Lo que necesita tener la gente antes de hacerse amigo de los musulmanes no es un conocimiento profundo del Islam sino un deseo de descubrir lo que realmente es importante para sus amigos musulmanes y tener un deseo real de invertir tiempo en aprender y debatir estos asuntos según avanza la relación.”
¿Hay musulmanes en tu campus o en tu calle? ¿Cómo puedes llegar a conocerles mejor? ¿Por quién deberías empezar a orar? Seamos gente que aprovecha al máximo las oportunidades que Dios nos da, porque está usando a cristianos normales para que traigamos a los musulmanes ante Él.
Qué ocurrió después
Nabeel pasó a tener un ministerio público global, testificando acerca de la verdad de Cristo resucitado. Buscando a Alá, Encontrando a Jesús ha vendido 450.000 copias y ha sido traducido a 28 idiomas. Nabeel tuvo un impacto tremendo en miles de personas, tanto cristianos como musulmanes, mediante sus libros, ponencias y debates públicos. Se fue con Jesús en septiembre de 2017, tras pasar un año luchando contra el cáncer. Descubre más acerca de él en: nabeelqureshi.com.
David ahora dirige un ministerio de apologética, Acts 17. Sigue compartiendo el Evangelio con musulmanes y ha participado en muchos debates públicos, con frecuencia ante un público universitario.
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En las próximas semanas, compartiremos más historias acerca del ministerio a los musulmanes de los distintos movimientos de IFES de todo el mundo. Regístrate aquí para recibirlo en tu correo electrónico, además de peticiones de oración de todo el mundo. Suscríbete a los emails semanales.