¿AFICIONADOS AL CARGO?
El asunto arriesgado y gratificante del ministerio dirigido por los estudiantes 🙌
Nunca esperarías que un actor amateur dirigiera un éxito de taquilla hollywoodiense. Tampoco esperarías que un chef aficionado preparase una cena al presidente. Entonces, ¿por qué están dirigiendo los estudios bíblicos en los campus unos estudiantes sin formación teológica? ¿Por qué deberíamos dejar a adultos jóvenes e impresionables la responsabilidad de dirigir el testimonio y el ministerio cristiano en la universidad?
En esta edición del blog de Conexión, estaremos considerando el asunto del ministerio dirigido por los estudiantes.
Es un valor clave de IFES: «Somos un ministerio de estudiantes alcanzando a estudiantes y creemos que los estudiantes deben tomar la iniciativa en todos los aspectos del testimonio en la universidad.» ¿Por qué correr ese riesgo? ¿Por qué poner a los «amateurs» al frente?
Cuando leemos los Evangelios, nos podemos preguntar las mismas preguntas acerca de Jesús. Mateo apenas dejó su mesa de recaudador de impuestos (Mateo 9) cuando Jesús le mandó a él y a otros novatos espirituales a confrontar el mal y sanar las enfermedades entre los oprimidos y desesperados (Mateo 10). Sin embargo, la arriesgada confianza de Jesús en sus «estudiantes» produce claras recompensas para los desamparados y para los que les ayudan.
Al examinar ese pasaje a la luz del ministerio pasado y presente de IFES, podemos ver seis razones de peso para defender la iniciativa estudiantil.
1.EL MUNDO ESTUDIANTIL UNA COSECHA ABUNDANTE
El desencadenante de que Jesús enviara a sus estudiantes no fue su necesidad de crecimiento espiritual. Esta misión no se creó como un «programa de discipulado». Principalmente, expresaba la respuesta amorosa de Jesús a una gran necesidad (Mateo 9:35-38).
Por supuesto, los discípulos aprendieron mucho (véase más adelante). Pero aquí encontramos una advertencia importante para todo lo que sigue: Jesús confía a sus seguidores el ministerio debido a la «abundante cosecha» y a la necesidad de «obreros» que la recojan. A través de sus discípulos, se podía llegar a las multitudes.
Hace diez años, un sentimiento similar de necesidad y vocación hizo que cuatro estudiantes navegaran durante nueve días en un barco descubierto a lo largo del río Lualaba.
Albert, Patrice, Dieudonné y Venance, de la República Democrática del Congo (RDC), eran alumnos del grupo GBU RDC de Kisangani. Cuando se enteraron de que dos provincias de su país carecían de presencia de GBU, sintieron carga por ellos y decidieron actuar.
Tras mucho orar y ayunar, zarparon hacia la Universidad de Kindu, en una provincia dominada por el Islam y las religiones populares. Allí se reunieron con estudiantes, les hablaron de Cristo y les presentaron los fundamentos de la visión de IFES. Los cuatro estudiantes pioneros de Kisangani transmitieron técnicas de estudio de la Biblia y dirigieron la oración y la alabanza. Cuando se marcharon un mes después, nueve estudiantes habían asumido la responsabilidad del nuevo grupo.
La necesidad no ha cambiado. De hecho, en los últimos diez años, el número de estudiantes matriculados en la enseñanza superior en todo el mundo se ha disparado.
En la actualidad, asciende a unos 250 millones de estudiantes, un vasto campo de cosecha.
2. DIRIGIDO POR ESTUDIANTES: ESTUDIANTES ALCANZANDO A ESTUDIANTES
Para recoger la abundante cosecha, Jesús le dijo a sus alumnos que pasaran tiempo en el campo. Cuando entraban en una ciudad, debían alojarse en las casas de la gente (Mateo 10:11). No se nos dice cuánto duró esa misión; desde luego, no fueron los 3-5 años típicos que dura la educación superior. Sin embargo, el principio permanece: pasaron tiempo entre las «ovejas perdidas», charlando en sus casas, comiendo a la mesa, ganándose su confianza y conociendo sus necesidades de primera mano.
Del mismo modo, los universitarios que son discípulos de Jesús son los más indicados para llegar a los estudiantes perdidos, «oprimidos y desesperados». Porque ya están en el campo de la cosecha, charlando con ellos en el campus, compartiendo comidas juntos y viendo sus necesidades.
Por eso, los obreros de IFES y los de los movimientos nacionales animan y equipan a los estudiantes para que hagan la cosecha.
Como estudiante de SIUCF (Islas Salomón), Amelia estaba implicada en el ministerio en su campus. Pero, cuando se convirtió en obrera, aprendió una dura lección. Se dio cuenta de que necesitaba dar un paso atrás, hacer menos ministerio ella misma para que los alumnos pudieran hacer más. En un reciente Prayerline nos decía:
«La dinámica del ministerio estudiantil es muy diferente de cómo solía servir en la comunidad de jóvenes de nuestra iglesia. El apoyo regional de IFES me ha equipado para hacer crecer el ministerio de SIUCF formando a los estudiantes».
En consecuencia, algunos campus tienen ahora estudiantes que dirigen grupos de estudio bíblico en varias residencias.
3. DIRIGIDO POR ESTUDIANTES: EXPERIMENTANDO A DIOS EN ACCIÓN
Los primeros discípulos de Jesús le vieron curar a los enfermos, resucitar a los muertos, limpiar a los enfermos de lepra y expulsar a los demonios (Mateo 8-9). Vieron a Dios obrando a través de Jesús. Más adelante, Jesús les dio autoridad para hacer exactamente lo mismo (10:8), y experimentaron a Dios obrando a través de ellos. Lucas nos cuenta lo emocionante que fue esto para los estudiantes de Jesús (Lucas 10:17).
Durante más de 75 años, ésta ha sido la experiencia de los estudiantes en los movimientos IFES. La perspectiva de dirigir un acto de evangelización, un tiempo de oración o un estudio bíblico en el campus puede resultar desalentadora. Sin embargo, cuando llega el momento, suele ser una oportunidad emocionante de ver a Dios en acción.
Esa era la historia de Samuel. Como estudiante de la Universidad Politécnica de Montreal, se unió al grupo de GBUC Canadá en su campus. Ese trimestre, los alumnos se turnaban para dirigir los estudios sobre Nehemías. Pero él había dirigido un estudio bíblico antes de ese momento. Así que, cuando llegó su turno, no estaba seguro de qué esperar.
Recuerda que fue una experiencia emocionante:
«El hecho de preparar el estudio fue ameno. Pero cuando llegó el momento de llevarlo, me di cuenta que era el Señor el que lo dirigía más que yo: por medio de mí, él nos dio lo que necesitábamos».
4. DIRIGIDO POR ESTUDIANTES: PROFUNDIZAR EN LA CONFIANZA EN DIOS
Al igual que Samuel en Canadá, antes de que los alumnos de Jesús pudieran experimentar a Dios obrando a través de ellos, necesitaban dar un paso al frente en la fe. Necesitaban depender de Dios, no solo para que los utilizara, sino también para satisfacer sus necesidades (10:9). Y su misión iba a ser precursora de tiempos futuros en los que necesitarían confiar en el Espíritu Santo para que les diera las palabras adecuadas que decir (10:20).
Al dirigir su grupo de GBU en Vila Real (Portugal), Wirlley aprendió eso mismo. Había estado orando para tener una oportunidad de servir a la universidad. Un día, mientras discutían cómo el cierre de una parada de autobús en el campus estaba afectando negativamente a la comunidad estudiantil, se dieron cuenta de cómo podían servir: iniciando una petición. Con la ayuda de otros, Wirlley y su grupo de GBU reunieron más de 1.700 firmas. Se instauró de nuevo la parada de autobús.
Sin embargo, tal iniciativa estudiantil no había pasado desapercibida para las autoridades universitarias, entre otras cosas porque GBU era un grupo religioso en un campus laico. Unas semanas más tarde, los altos cargos de la universidad convocaron a Wirlley a una reunión para que explicara sus acciones. Comparte su profunda confianza en Dios:
«¡No puedes creer lo nervioso que estaba! Mientras iba de un lado a otro de la habitación, pensaba: ‘¡Madre mía! ¡Oh no, oh no!’ Pero también estaba en oración. Y con la ayuda del Espíritu Santo, pude hablar con calma.»
5.DIRIGIDO POR ESTUDIANTES: APRENDIENDO HABILIDADES MINISTERIALES
El discipulado es aprendizaje: se trata de aprender en el trabajo. En ninguna parte quedó más claro que en Mateo 10. Como «estudiantes» de Jesús, los discípulos habían seguido a su «maestro» en el trabajo. Ahora era el momento de que se convirtieran en practicantes, de que fueran y «hicieran», ofreciendo sanidad, vida, restauración y liberación (10:8). Debían aprender el ministerio ministrando.
Cuando Natalie puso en marcha una comunidad en su facultad de la Universidad de Panamá, se enfrentó a numerosos retos. Pero, con el apoyo de sus compañeros y de su movimiento nacional (CEC), así como del viaje edificante el año pasado a la Asamblea Mundial de IFES, ha seguido practicando su fe. En los últimos meses, Natalie ha estado aprendiendo más sobre el ministerio de la oración – ministrando:
«Antes de uno de nuestros exámenes, algunos compañeros propusieron orar juntos por el examen y me pidieron que dirigiera la oración. Mientras oraba, toda la clase se quedó en silencio hasta que terminé. El resto es una larga historia, pero puedo decir que Dios respondió a esa oración de forma milagrosa porque todos aprobamos esa asignatura. Mis compañeros dijeron: ‘¡Vaya! Tu oración ha funcionado de verdad’, y yo me limité a decir algo como ‘Ha sido todo Dios’. Algunos de nosotros nos quedamos para orar por lo ocurrido en acción de gracias, e invitamos al ponente a que se uniera a nosotros, ¡y así lo hizo! Así que también oramos por él y hablamos con él un poco más sobre Dios. ¡Fue un día increíble! Dios me mostró lo mucho que puede hacer con un poco de obediencia y fidelidad por nuestra parte».
6. DIRIGIDO POR ESTUDIANTES: DESARROLLANDO A LOS LÍDERES DEL FUTURO
Finalmente, a medida que «los doce» practicaban el ministerio de Jesús, dependientes del Padre, abiertos a la obra del Espíritu, estos «discípulos» (10:1) se convirtieron en «apóstoles» (10:2). Se estaban convirtiendo en futuros pioneros y líderes de la Iglesia.
Servir a Dios en el ministerio dirigido por estudiantes ha sido el semillero del que han salido muchos líderes piadosos e influyentes, tanto para la Iglesia como para la sociedad.
En la década de 1970, cuando Chad tenía una de las economías más débiles del mundo, muchos habrían pensado que era imposible que uno de sus estudiantes pudiera llegar a dirigir una organización internacional.
Pero, por la gracia de Dios, fue posible, gracias a Daniel Bourdanné, antiguo Secretario General de IFES, a quien recientemente rendimos homenaje. Su viaje hacia el liderazgo global comenzó con el ministerio dirigido por estudiantes en Chad y Togo.
En todo el mundo, muchos estudiantes han sido formados para desempeñar papeles destacados en la sociedad al encontrarse con Cristo y aprender a servir a Dios a través de su movimiento nacional. En el capítulo cinco de Shining Like Stars (Resplandeciendo como estrellas) Lindsay Brown ilustra con sus testimonios, como los de Fanny Bejarano que se hizo con un papel de juez senior en Argentina y Procel DaSilva Armando que obtuvo un papel influyente en el gobierno en Guinea-Bissau.
A menudo puede ser en las «pequeñas cosas», como organizar reuniones de oración de estudiantes, donde la iniciativa estudiantil se convierte en una puerta para descubrir dones y vocación. En un podcast reciente, Isabelle Veldhuizen comparte cómo su humilde experiencia en un pequeño grupo en GBU Francia la llevó a implicarse con IFES Europa y a participar en la Iniciativa de Liderazgo Global.
INICIATIVA ESTUDIANTIL: UN RIESGO GRATIFICANTE
Confiar el ministerio a los estudiantes parece arriesgado: Albert, Patrice, Dieudonné y Venance remontando el río; Wirlley de pie ante la administración de la universidad; Natalie guiando a toda su clase en la oración; Samuel dirigiendo su primer estudio bíblico con sus compañeros; Amelia dando un paso atrás como obrera para que más estudiantes pudieran dar un paso adelante.
Pero, ¿acaso no es lo que siempre ha hecho Dios? Siempre ha utilizado a «aficionados», a un Abram vacilante, un joven David y una virgen María, por ejemplo. ¿Y con Jesús dando autoridad a sus nuevos aprendices? Sin embargo, hemos visto que el «riesgo» que corrió Jesús fue justificado por la cosecha de vidas y el crecimiento de sus discípulos.
Los ejemplos anteriores demuestran que las recompensas del ministerio dirigido por estudiantes no son menos impresionantes: el crecimiento de nuevos grupos universitarios, la satisfacción de necesidades, un conocimiento más profundo de la capacitación del Espíritu, experiencias edificantes de fe de oraciones respondidas y la germinación de futuros líderes.
A través de sus movimientos nacionales, iniciativas regionales y ministerios globales, IFES trata de formar a los estudiantes -con compañerismo, formación y recursos- para que se pueda recoger la cosecha.
«Somos un ministerio de estudiantes alcanzando a estudiantes y creemos que los estudiantes deben tomar la iniciativa en todos los aspectos del testimonio en la universidad.»
Amén.
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ESTUDIANTES EN ACCIÓN
Mira a los estudiantes compartir y hablar de las Escrituras en la Asamblea Mundial de IFES en 2023.