Asia del Este: Tu voz importa
Las expectativas son altas:
“Estoy deseando escuchar la voz de Dios, adorándole, compartiendo con otros y orando como un grupo pequeño”. (Tomomi, estudiante de KGK Japón).
Tomomi llegará a Tailandia en breve. Se unirá a más de 500 estudiantes y obreros de más de 17 movimientos nacionales de IFES en su región (además de seis países más). La Conferencia Trienal Regional de Asia del Este (EARC, por sus siglas en inglés) (3-9 de julio de 2024) será un tiempo de comunión para buscar la guía de Dios juntos para afrontar los retos de sus contextos universitarios.
“Espero aprender, obtener formación e inspiración para poder servir con fuerzas renovadas en un mundo en el que afronto los retos de mantenerme firme ante los valores del mundo”. (Jess, estudiante de TCS Tailandia)
Mantenerse firme y tener una voz se refleja en el tema del evento de este año: “Tu voz importa”.
Una variedad de voces
Cuando los estudiantes llegan de distintos contextos, escucharán las voces de los demás: algunos vendrán de los movimientos nacionales de IFES que están bien establecidos (por ejemplo, FES Singapur); algunos movimientos que se han afiliado recientemente (como FCS Mongolia); y otros que deben operar en secreto debido a preocupaciones de seguridad.
Grace, parte del comité anfitrión de EARC 2024 nos explica la importancia de la interacción entre los movimientos:
“Los estudiantes conseguirán una perspectiva más extensa de la obra de Dios al escuchar acerca de los ministerios de los demás y al considerar los problemas específicos juntos”.
Eso es precisamente lo que Jefta (estudiante de Perkantas Indonesia) está buscando:
«Esperamos que, a través de EARC, podamos conectar y forjar relaciones fuertes, compartir nuestro camino y experiencias, dar esperanzas y fortalecernos unos a otros».
Escuchando la voz de Dios
A través de EARC, los participantes estarán buscando la voz de Dios. Las exposiciones bíblicas de Zacarías serían dirigidas por «Titus» (de un movimiento sensible) que tiene un corazón de profeta:
«Cuando veo los retos que afrontamos, mi corazón lucha contra el temor, el dolor y el quebrantamiento. Pero el Señor también me muestra señales de esperanza, combinados con gozo, mediante las personas que sirven con sacrificio en el ministerio»
Nos pide que oremos para que el Señor hable a través de él cuando abra las Escrituras para que los estudiantes puedan dedicarse a ser voces proféticas y discípulos fieles, impactando a la sociedad para el bien.
Andrea, estudiante de IVCF Filipinas, está lista:
«Estoy deseando disfrutar de la comunión, el ánimo, la adoración y el descanso en EARC. Pero, sobre todo, estoy deseando oír y escuchar lo que el Señor me llame a hacer».
Aprendiendo a ser la voz de Dios
Para ayudar a los estudiantes a explorar ese llamado, tres sesiones plenarias y una gama de talleres buscarán facilitar unos debates y reflexiones. Esto incluye temas actuales (por ejemplo, la cultura de la cancelación y la identidad de género), temas del ministerio (como comprender a la iglesia y la evangelización en la universidad secular) y temas de desarrollo personal (como la resiliencia emocional y el pensamiento crítico).
Anucha, Secretario General de TCS Tailandia nos relata,
«el EARC de este año retará a los estudiantes a dedicarse a ser las voces proféticas, al dar testimonio, amar a otros y servir a la sociedad, siendo una voz que dirige a los demás a ver la verdad y la esperanza del Evangelio».
Orar
Hoy hemos escuchado siete voces. Oremos para que estas y las voces que asistan a EARC realmente cobren importancia:
- Lisman, Secretario Regional de IFES para Asia del Este nos pide «por favor, ora por la presencia de Dios, por paz y protección. Ora también para que los participantes disciernan la voz de Dios y vuelvan a sus respectivos movimientos como la voz de su generación para la gloria de Dios».
- Ora por «Titus», que el Señor hable poderosamente a través de su ministerio y ora por todas las personas que están sirviendo en países sensibles, que renueven sus fuerzas y su valiente esperanza.
- Demos gracias a Dios por todo el trabajo duro desarrollado por el comité anfitrión tailandés y oremos p ara que conozcan la bendición de Dios y su fuerza cuando sirvan a sus hermanos y hermanas de toda la región,