Indonesia: Por el balcón
La vida espiritual de Linny fue complicada. Su familia era budista nominal, y algo practicante, pero su padre estaba fascinado con las enseñanzas morales del cristianismo. Aunque su familia nunca oraba ni había ido a la iglesia, él siempre enfatizaba los valores cristianos. Linny no podía identificarse completamente con el lado cristiano o budista de su educación, pero estaba satisfecha siendo una mezcla de ambos. Incluso había acuñado un término para definirse: «crisbudista».
Pero en la universidad, su identidad espiritual se resquebrajó. Se mudó al lado de una chica llamada Karina, que era una cristiana plenamente comprometida. Su balcón compartido dio lugar a horas de profundas charlas sobre espiritualidad. Karina desafió las creencias de Linny con preguntas difíciles. Aunque sus conversaciones ponían en jaque su visión del mundo, Linny dice que está agradecida de que su amiga insistiera. Linny recuerda el día en que Karina hizo una pregunta que «la encendió hasta los huesos».
Le preguntó: «¿Por qué estás bien?» Linny no sabía qué responder. Cuando Karina volvió a su habitación, Linny se quedó reflexionando. ¿Cuál es el significado de la vida? ¿Qué hago aquí? ¿Por qué estoy bien? ¿Por qué debería? ¿Qué sentido tiene? Linny lo explica con sus propias palabras:
“Días después de eso, comencé a preguntarles a mis amigos del campus sobre el significado de vida según ellos. Algunas respuestas eran interesantes, pero también temporales e insatisfactorias. Otras, chocantes. Pero uno de ellos respondió que el significado para la vida era glorificar a Dios. Me dijo que Jesús había muerto en la cruz y nos había dado la vida eterna. Y que él estaba bien gracias al amor y la bondad de Jesús. ¡Me quedé asombrada! No tenía sentido alguno. Cuando regresé a casa, le hice la misma pregunta a Karina. Y respondió de forma similar. Tras ese día, mi curiosidad por Jesús y el cristianismo aumentó. Comencé a buscar».
Linny comenzó a leer la Biblia, se unió a su grupo local de Perkantas y asistió a los cultos dominicales. Con el tiempo, su búsqueda se convirtió en un profundo amor por Jesús.
“Era como si estuviera profundizando más y más en Él misteriosamente. De alguna manera, encontré el significado de mi vida en Jesús. Cuanto más aprendo, más creo que Él es quien me encontró, y no al revés «.
Esta semana, celebremos la obra de Dios en la vida de Linny. Oremos también por los estudiantes de todo el mundo que tienen creencias sincréticas que combinan el cristianismo con otras religiones.
- Oremos para que encuentren amigas como Karina, que con amor les hagan preguntas difíciles sobre sus creencias.
- Oremos para que los estudiantes cristianos procuren con valentía entablar conversaciones profundas sobre la fe.
- Oremos para que los estudiantes cristianos también crezcan en su conocimiento de las Escrituras para poder explicar con confianza sus razones para creer.