Asia del Este: Cuando volver a casa es difícil
Cada año, el Año Nuevo Lunar es una de las celebraciones más esperadas por los estudiantes procedentes de muchos países de Asia del Este o que viven en ellos. Consiste en comidas abundantes, reuniones familiares, calles vestidas de rojo, el ruido de los fuegos artificiales y un descanso de las clases.
Este año, la pausa en los estudios ha estado muy esperada por los estudiantes que viven en un país de alta seguridad (país en el anonimato). Las universidades han compensado las interrupciones en el calendario académico a causa de la COVID-19 mediante la continuación de las clases durante las vacaciones. Por ello, muchos estudiantes no han tenido unas vacaciones sustanciales desde la primavera pasada. Muchos de ellos no han visto a sus familias durante meses debido a los confinamientos estrictos en los campus. Hace mucho tiempo que las vacaciones del Año Nuevo Lunar están pendientes.
Sin embargo, volver a casa es un reto para los estudiantes cristianos que regresan con sus familias no cristianas. Debido a que, en este país, la definición de éxito se centra en la seguridad material, las familias no cristianas no comprenden a los estudiantes que dedican su tiempo a “una fe no práctica e irracional”. Otros estudiantes tienen que enfrentarse a la presión de los padres, que se preocupan por si nadie ofrecerá incienso para ellos cuando estén muertos. Las cenas del Año Nuevo Lunar pueden dar paso a conversaciones difíciles entre los estudiantes y familiares que no los entienden. A menudo, se necesitan varios años de oración y testimonio humilde para que las familias estén dispuestas a aceptar las nuevas creencias o, incluso, a que ellos mismos lleguen a la fe en Cristo.
Con el Año Nuevo Lunar en curso, ora con nosotros por los estudiantes de este movimiento.
- Ora para que los estudiantes tengan paciencia con los familiares no cristianos que pongan en duda sus decisiones vitales. Ora para que sigan siendo testimonios firmes de Jesús, especialmente cuando surjan tensiones.
- Ora para que Dios dé coraje y sabiduría a los líderes y grupos a fin de saber cómo continuar con el ministerio en medio de la pandemia y la creciente persecución.
- Ora para que los estudiantes permanezcan firmes en la fe, incluso cuando no pueden reunirse en persona. Ora para que se sientan motivados a seguir en contacto con sus grupos y líderes, aunque sea a través de internet.