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El presente artículo es una adaptación de una pieza escrita para el Reto de Generosidad de Siete Días, producido por la MB Foundation. Fue escrito por Kehinde Ojo, Director del Programa de Desarrollo de Apoyo Autóctono, el ministerio de recursos globales de IFES que forma a los movimientos nacionales para que recauden apoyo local para su ministerio. Kehinde reflexiona acerca de 2 de Reyes 4:8-10, y llega a una conclusión relevante: Las cosas no ocurren salvo que hagamos que ocurran. Debemos tomar la iniciativa con nuestra generosidad. 

«Un día, cuando Eliseo pasaba por Sunén, cierta mujer de buena posición le insistió que comiera en su casa. Desde entonces, siempre que pasaba por ese pueblo, comía allí. La mujer le dijo a su esposo: ‘Mira, yo estoy segura de que este hombre que siempre nos visita es un santo hombre de Dios. Hagámosle un cuarto en la azotea, y pongámosle allí una cama, una mesa con una silla, y una lámpara. De ese modo, cuando nos visite, tendrá un lugar donde quedarse.’ (2 Reyes 4:8-10)  

No habría sido raro que un profeta de la talla de Eliseo tuviera gente que viniera a él para poder sacarle algo. Lo que probablemente no le era tan familiar, era que las personas mostrasen bondad y generosidad sin esperar nada a cambio. Pero, esto y más, es lo que le pasó en Sunén. Cuando una mujer adinerada le invitó, pudo haber pensado que su familia tenía un problema que el dinero no podría resolver. Que necesitarían liberación o sanidad de una enfermedad que se resistía a todo cuidado médico. Desde luego, necesitarían de alguna intervención espiritual. 

Pero, en lugar de pedirles apoyo de algún tipo al hombre de Dios, esta familia tomó la iniciativa de poner sus recursos a su disposición, ofreciéndole comida tras un viaje agotador. Darle la bienvenida a invitados – o, mejor aún, a extraños – convidándoles a una comida parece ser una costumbre en dicha familia, puesto que la mujer tiene que persuadir a Eliseo para que comiera con ellos. (2 Reyes 4: 8a) ¡Increíble! Está regalando su comida y no está dispuesta a aceptar una negativa. ¡Qué espíritu tan generoso! Parece que la comida era copiosa y que el ambiente era tan cordial que Eliseo pronto se volvió un invitado habitual durante las comidas de esa casa. La mujer, con la aprobación de su esposo, entonces decide llevar su generosidad aún más lejos, construyendo una zona de invitados para Eliseo. Están dispuestos a entregar sus recursos libremente para construir y poner a punto un chalet para un ministro itinerante. Fíjate cómo se esfuerzan por proporcionar las comodidades esenciales para garantizarle una estancia cómoda a su invitado (versículo 10). 

Es importante decir que no todas las donaciones se hacen con motivos puros y sinceros. Eliseo podría haber pensado que, tarde o temprano, esta familia se arrepentiría de su petición. No obstante, para su gran sorpresa, no tienen otro motivo que servir el propósito de Dios y convertirse en una bendición para quienes visitan su hogar. Cuando Eliseo presiona más para saber por qué han mostrado tanta generosidad, la mujer dice categóricamente que ella y su familia viven en un ambiente seguro. Su generosidad nace de la libre voluntad y de un deseo de servir. Qué libertad más increíble tienen al gozar de sus donaciones.  

Nos retan a recordar que individuos, familias o instituciones deben dar para aportar valor, en lugar de centrarse en lo que pueden obtener a cambio de sus donaciones.  

Esta historia, en concreto, trae a la luz otro principio relacionado con vivir generosamente. Esta pareja tomó la iniciativa de dar, no porque se les pidiera. Parece que buscaban activamente oportunidades para marcar la diferencia. Todos podemos emular esta virtud, independientemente de nuestra cultura o de nuestras circunstancias. 

Un reto para nuestro lector 

La generosidad implica tanto un corazón comprometido, como una mano que trabaja. Hemos sido llamados a actuar en base a nuestras convicciones. En la historia de Eliseo, la familia tomó la iniciativa y le mostró su generosidad de formas tangibles. Hemos sido llamados y somos unos privilegiados por poder hacer lo mismo.  

Este es tu reto:  

«A los ricos de este mundo, mándales que no sean arrogantes ni pongan su esperanza en las riquezas, que son tan inseguras, sino en Dios, que nos provee de todo en abundancia para que lo disfrutemos. Mándales que hagan el bien, que sean ricos en buenas obras, y generosos, dispuestos a compartir lo que tienen. De este modo atesorarán para sí un seguro caudal para el futuro y obtendrán la vida verdadera.» 

– Crea un fondo para las misiones.  

– Decide quién se beneficiará de dicho fondo.  

– Comprométete a apoyar tu decisión de forma habitual, ya te hayan comunicado las necesidades o no.  

– Reta a tus amigos, familiares y a tu red a hacer lo mismo.  

Ora para escoger a una persona, una familia, una entidad misionera o una buena causa que necesite apoyo o actos de bondad. Puede implicar tanto el uso de tu talento, como de tu tiempo o recursos económicos. Puede que quieras hacer una visita, comprar un regalo, ofrecer un servicio, aconsejar, animar, donar, orar, ofrecer una comida, etc. Contacta hoy con estas personas, familias u organizaciones según te guíe el Espíritu Santo y actúa en base a la guía que has recibido.  

Hoy, escogeré a una persona o a un ministerio y haré un sacrificio de tiempo, talentos o bienes materiales, según me dirija Dios. 

En 2021, algunas de las donaciones entregadas en el Día Mundial de la Generosidad se distribuyeron al África francófona para formar a estudiantes como líderes en sus movimientos nacionales.  

La verdad es que los responsables de la formación no esperaban que hubiera muchos estudiantes interesados. En el punto álgido de la incertidumbre de la pandemia, sin muchos recursos que hicieran posible o deseable la formación en línea, y con kilómetros y kilómetros que recorrer, esta formación a nivel regional era una iniciativa muy ambiciosa. 

Sin embargo, les esperaban grandes sorpresas. 

El interés expresado por los estudiantes de UGBB, el movimiento nacional de Burkina Faso, no cesaba de llegar. Estaban hambrientos de estudiar la Palabra de Dios, de aprender nuevas responsabilidades en el liderazgo, de ser valientes para defender a Jesús entre sus compañeros y de aprender a confiar en el Señor de nuevas maneras. Moustapha, el formador de Burkina Faso, tuvo la inesperada alegría y el reto de recorrer enormes distancias por todo el país para llegar a los alumnos con una formación eficaz. 

Junto a los que salieron a aprender, la siguiente sorpresa que tuvieron fue el enorme número de personas deseosas de enseñar. Cada vez hay más graduados que deciden dedicar su tiempo y energía a la formación de los líderes estudiantiles. También estaban sorprendentemente deseosos de crecer en liderazgo y madurez espiritual, para dar a los líderes estudiantiles la mejor formación posible. Más de 200 se inscribieron en las sesiones de formación virtual para sí mismos. 

Además de estos seminarios en línea, GBUR, el movimiento nacional de Ruanda organizó una conferencia de formación presencial de cuatro días para sus graduados. ¡Otra sorpresa más! Esto les permitió crecer en compañerismo y sumergirse en la visión de construir el Reino de Dios mediante la capacitación de los líderes estudiantiles. Fue una verdadera bendición para los graduados, los líderes estudiantiles, los estudiantes a los que alcanzarían y el movimiento en general.  

Esta formación para el liderazgo estudiantil se llevó a cabo en Ruanda y Burkina Faso gracias a la maravillosa generosidad de quienes dieron una aportación en el Día Mundial de la Generosidad de 2021. También ha sido un gran estímulo para otros movimientos de la región. Ahora se están manteniendo debates para planificar formas más creativas de afrontar los retos de la pandemia con sabiduría y tenacidad. Tienen previsto organizar más seminarios de formación para graduados con el fin de capacitarlos para guiar y formar a los líderes estudiantiles.  

El equipo regional espera que la llamada a equipar a los líderes estudiantiles siga aumentando la fe, el compromiso y la resiliencia de los estudiantes, a medida que más y más movimientos nacionales se puedan unir a su propia formación y los estudiantes adquieran más confianza, madurez e innovación en su liderazgo para la gloria de Dios.